Deportes | Por Héctor Huerta Atuendo futbolero “Hay que ser siempre el maestro de ceremonias de uno mismo”. Hermann Keyserling Por: EL INFORMADOR 22 de junio de 2009 - 02:53 hs ¿Cuándo veremos una selección mexicana como la brasileña o la española que están disputando la Copa Confederaciones? Quizá nunca. pero quizá lo más lamentable no sean los resultados en sí, las decepciones en sí, las derrotas en sí, la falta de calidad en sí, sino la falta de estilo. Eso que tan vagamente llaman “estilo” es que lo que aprendió otro eterno adolescente del futbol mundial, como fue durante muchos años la selección española, que en mundiales, copas de Europa y torneos importantes no lograba mostrar todo el potencial de su futbol y sus jugadores. Hasta que llegó el parte aguas histórico de la pasada Copa Europea de Naciones, donde logró una coronación impactante, imponiendo su estilo y su futbol sobre rivales de todas las escuelas futbolísticas.- Una generación espontánea de jugadores de otro nivel, como Íker Casillas, Carlos Puyol, Sergio Ramos, pero sobre todo Xavi, Iniesta, Cesc Fábregas, David Silva, Fernando Torres o David Villa consiguieron el grado de adultos del futbol, de estilo capaz de imponer un juego a ras de pasto, con verdaderos artistas del tiempo y el espacio. No hay torres que impresionen, sino un correr y correr del balón, con jugadores técnicamente dotados de habilidades superiores al promedio histórico y que, juntos, han logrado implantar lo que hoy quiere ser conocido como la escuela española. No es un futbol de Dioses, pero en muchos sentidos llega a los linderos de la perfección, a ese futbol que en el curso de la historia sólo muy pocas selecciones logran, porque combinan los verbos ganar, gustar y golear. Es futbol terrenal porque como dijo Brian Clough: “Si Dios hubiera querido que jugáramos en el cielo, habría puesto hierba allí”. Otro frase de Alfredo Di Stéfano, que con frecuencia se escucha en México, fue aplicada muchas veces a la selección española: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Muchas veces los teóricos se enfrentan a otra realidad dicha por la gente de cancha, como aquella sentencia aplastante del viejo inmortal entrenador alemán Sepp Herberger: “La pelota es redonda, el partido dura noventa minutos, y todo lo demás es solo teoría”. Los españoles fueron siempre los pequeños de Europa. Iban a contracorriente, a contranatura porque mientras los nórdicos jugaban en balón por los aires para aprovechar la estatura de sus rematadores, los ibéricos querían el futbol a ras de piso. Johan Cruyff, menudito de jugador, talentoso como técnico, encontró la piedra filosofal para compensar y destruir esa vieja teoría: “Toda desventaja tiene su ventaja”- La forma en que hoy conducen a España los jugadores menudos, pequeños, que hacen malabares con el balón y son auténticos artistas del tiempo y el espacio, como Xavi, Iniesta, Fábregas, Villa, Silva o Fábregas, demuestra que la pelota tiene que correr más que los jugadores y que el camino para llegar más rápido y seguro al triunfo es no prestarle el balón al contrario. Es tal la elegancia del futbol español actual que podríamos aplicar la frase de Charles Baudelaire: “El dandy debe ser sublime sin interrupción. Debe vivir y dormir ante un espejo”. Joerge Valdano dijo tras ganar la Eurocopa 2008 que ojalá este nivel de la selección ibérica “se prolongue hasta el punto de crear una escuela española bien identificada”. Agregó dos días después de victoria en la final de la Eurocopa sobre Alemania que “España siempre encontró incredulidad, pero desde hace 48 horas el país entero se siente poderoso y dispuesto a atacar en el próximo Mundial de Sudáfrica 2010”. Destacó que ahora España “defiende un estilo con gran convicción, La gente celebró el resultado y la forma en cómo se llegó a él, jugando bien y siendo superiores a todos sus rivales”. El cambio de Vicente del Bosque por Luis Aragonés no significó mucho problema porque el entrenador que dirige a esta generación de futbolistas tiene que ser “capaz de interpretar su sentimiento con el balón y su gusto por el buen futbol”. Las demostraciones de Brasil en la Copa Confederaciones, como en los últimos partidos eliminatorios en Sudamérica tiene mucho que ver con el nivel que viven algunos jugadores, como el recuperado Kaká, el feliz Robinho, el contundente Luis Fabiano, el genial Dani Álves, los trabajadores Felipe y Gilberto, así como el punto de equilibrio Alano. Pero Brasil es fiel a su estilo de buen trato de balón, con jugadores que aprendieron de la samba y de la playa que el control de la pelota es el equilibrio universal del futbol. Con una escuela ancestral en la que ha habido memorables intérpretes del jogo bonito, esta selección brasileña ha recuperado su estilo, lo cual ha puesto muy contentos a sus milllones de devotos en el planeta. ¿Y México? Estamos en un proceso crucial, en el que los directivos se empeñan en matarlo con torpezas y sus empleados ejecutan muy bien la obra trágica diciendo siempre “sí señor”, aunque los señores del Consejo de Dueños aprueban decenas de estupideces que dañan la esencia del futbol e impiden que nuestro futbol casero y nuestra selección tengan un estilo. No entendemos aún que primero hay que saber cuál es el ADN de nuestros jugadores para poder crear un estilo de juego “a la mexicana”. Quienes mandan reducen el problema a correr a Hugo Sánchez antier, correr a Sven Goran Eriksson ayer y correr a Javier Aguirre mañana, sin que encontremos el secreto universal que nos defina como futbol. España ya encontró su estilo para pelear por campeonatos del mundo. Brasil recuperó el suyo para lo mismo. Ambos son dos de los favoritos para ganar la Copa del Mundo del año entrante en Sudáfrica. Lamentablemente, cuando se habla de que el estilo es primero, en México nadie lo entiende porque no lo ve. Gustave Flaubert decía: “El estilo, como el agua, es mejor cuanto menos sabe”. Temas Atuendo futbolero Lee También Chivas: Lista de bajas que tendrá para juego ante Necaxa en la Jornada 2 Super Bowl 2023: Look completo de Rihanna durante su show de medio tiempo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones