Miércoles, 19 de Noviembre 2025
Deportes | Por Héctor Huerta

Atuendo futbolero

Aunque la camiseta de Chivas es de seda, pesa mucho. Tomás Balcázar.

Por: EL INFORMADOR

El regreso de Chivas a la zona de calificación no sólo es celebrado por sus fieles aficionados, sino por todo el futbol mexicano.

Chivas es el principal animador de los torneos, el que ha ganado más títulos en la historia, el que mantiene su línea nacionalista a pesar de los embates de la globalización y es el que tiene mayor capacidad de convocatoria en dos países: México y Estados Unidos (sólo superado por la selección nacional).

A pesar de que algunos interesados afirmen que el América alcanzó a Chivas en popularidad, los últimos torneos de las Águilas permiten pensar que la anterior es una aseveración engañadora y manipulada por el gran aparato mediático de respaldo.

Chivas despierta interés en cualquier cancha que se presenta, pero también es cierto que los grandes equipos están obligados a responder a sus aficionados con títulos.

El 6-2 sobre el Everton de Chile de mediados de semana y el 5-0 sobre Pachuca el sábado anterior permiten pensar que la mala racha terminó y que los amagos de salida de Efraín Flores quedarán para otra ocasión ya que aunque no lo haga público sigue pensando en traer a un entrenador de gran renombre europeo para cambiar hábitos en su organización y en el futbol mexicano.

Pero por ahora, con Efraín al frente, Chivas está obligado a replantear los objetivos porque calificar simplemente, con el plantel actual, es una obligación.

Lo que debe meter en la cabeza de los jugadores es la posibilidad real que tienen de pelear por el título, habida cuenta de que al gran plantel de prospectos le agregaron este torneo cinco jugadores de nivel probado (Aarón Galindo, Jared Borgetti, Sergio Amaury Ponce y Carlos Ochoa en México y Panchito Mendoza en la MLS de Estados Unidos), con los cuales formó la directiva un equipo altamente competitivo, cuyos resultados favorables no debieran sorprender, sino que deben considerarse como normales en las condiciones actuales.

Las polémicas intervenciones de Jorge Vergara, después del partido contra Pachuca, en septiembre del año pasado, y la del lunes pasado en Guadalajara para sacudir a jugadores y cuerpo técnico han sido, a la luz de los resultados, positivos. Ese "Regaño Sagrado" en ambos casos permitió que llegaran los triunfos.

De lo que deben de convencerse todos en la organización de Chivas es de que pueden aspirar a más que la calificación en este torneo. Están Pachuca, Toluca, Santos, América mismo o Cruz Azul entre los aspirantes, pero Chivas tienen fortalezas defensivas, un portero confiable, una mitad de campo dinámica y un ataque que con la incorporación de Omar Arellano, la sorpresa del "Chicharito" Hernández y la experiencia de Borgetti y Carlos Ochoa tiene que ser productiva.

Plantel tiene Chivas para una meta mayor. Lo que estará a prueba es la capacidad del entrenador Efraín Flores, que no tiene antecedentes de título alguno, para saber si en la Liguilla maneja de tal manera a su plantel que haga realidad una necesidad de la afición porque en los casi siete años de Vergara al frente de Chivas, en esos 13 torneos, apenas ha conseguido un campeonato, muy poco para un equipo que reclama grandeza perenne.

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