Deportes | Correo electrónico: francisco@baruqui.com A tomillo y a romero... De los toros con verdad, por Francisco Baruqui M. Por: EL INFORMADOR 4 de junio de 2008 - 20:44 hs Madrid.- El toreo como expresión non, encierra en su fondo y esencia el misterio de magia que conjuga pasión y sensibilidad en las fibras de la inspiración de crear arte frente al riesgo, en un desbordamiento de emociones en el que va como parte fundamental, el sentimiento del artista enmarcado en su personalidad misma, con el valor, la actitud, la entrega y la garra de sentirse a sí mismo haciendo sentir al público que lo capta y lo disfruta en un juego de vida y de muerte. Eso se ha vivido en la plaza de Las Ventas con un lleno hasta la bandera y con la presencia tradicional en la Corrida de Beneficencia del rey Juan Carlos en el palco real. Los toros de Núñez del Cuvillo, manifestando presentación justa y desigualdad en tipo, atacaron en el castigo con alegría y enjundia dejándose pegar, para llegar al tercio último con movilidad y desplazamiento, aunque algunos no encontraron en su fuerza respuesta a la voluntad que tenían por embestir. Destaco los corridos en primero y cuarto lugares, ambos muy fijos, con bravura y gran nobleza, adoleciendo el de la confirmación de falta de fuelle, pero el otro… El otro, un toro de consagración por las condiciones de excepción que lució: bajito, con hechuras finas; magnífico por su gran clase que acudía claro y con son, desplazándose con recorrido y largueza. Devuelto el sexto por cojo, un sobrero de auténtico lujo de Victoriano del Río, — bien que se protegiera el importante festejo así, y no como es tradicional por cuanto a la calidad de los reservas —, bravo y noble con un lado derecho soberbio, toro de calidad, para triunfo grande, que tenía las orejas prendidas con alfileres, así... Así, hubo materia prima para que dos triunfadores brindaran una tarde que quedará para el recuerdo… Porque habrá que recordar como Morante, sin entender ni entenderse con el segundo al que despachó entre bronca, con el estupendo cuarto lo bordó… Caló hondo con el capote plasmando el toreo a la verónica hasta en siete lances yendo siempre pa’ álante con un juego de brazos que armonizaban con lo bajo de sus manos, cargando la suerte, abriendo la seda como abanico y rematando con media escultural que hizo explotar los tendidos. Variado y generoso con la capa, ha dejado un quite por chicuelinas marcando la salida con las manos bajísimas que fueron dechado de plasticidad y ritmo, picando al ahijado en el sexto nuevamente con verónicas para cartel para… Para con la muleta, sintiéndose mucho, componiendo la figura y acompañando, desgranar su arte de esencia y aroma en series de toreo por abajo en ayudados y al natural, en las que el temple rompía al artista en una gala de cadencia y ritmo rematando con sendos de pecho, intercalando el molinete muy a lo Belmonte de estruendoso jaleo, para cerrar con toreo por alto a dos manos muy en su estilo de estética que remató con estocada en sitio que bastó cortando una oreja, aunque debo señalar que la gran calidad del ejemplar era para más… De consagración y con ella de puerta grande. Y no… No había visto a Cayetano en la plaza. Referencias y filmaciones que denotaban una carrera muy cuidada por el tipo y las condiciones del ganado al que se enfrentaba, hacía el tener la duda de cómo sería su respuesta ante un compromiso de la catadura del de Madrid, ruedo que no pisó ni de novillero. Había pues, opiniones y criterios de distinta índole. Cayetano ha dejado constancia de que en él hay un torero de la montera a las zapatillas, con el carácter, la determinación, el valor, la actitud y la entrega para asumir la responsabilidad, en la medida, justo es decirlo, que si bien brindó una actuación exitosa en la que definió su personalidad y expresión, la calidad de los toros que enfrente de sí tuvo merecían más, principalmente el sexto de Victoriano del Río. Principesco vestido negro y plata de la aguja con una planta torera que de dinastía le viene, Cayetano Rivera Ordóñez ha mostrado su raza. Su raza, que sí, por la firmeza de su actitud y la determinación para que desgranando su expresión, dar cuenta de carácter para dar pelea y no dejarse pisar la sombra ni por su padrino de confirmación, cuando tras de que Morante brillara en un quite que le correspondía en el segundo del ahijado, éste dio la réplica en un sentido de competencia que tanto se extraña en el hoy, e instrumentando una larga de pie echándose el capote a la espalda, quitar por gaoneras ceñidas que se le corearon. Torero momento el que se vivió. Con el de la ceremonia, un astado con bravura y fijeza lució, pero en una faena que fue de más a menos no estando a la altura del de Núñez, diluyendo una actuación que era de oreja y quedó solo en saludos. Pero vendría el que cerró festejo, y con él, Cayetano tiró firme sacando sentimiento y hondura en el toreo con la mano diestra, — que era el lado del extraordinario ejemplar —, poniéndose en el sitio, marcando los tiempos del pase reponiendo lo justo, imprimiendo profundidad a su expresión, cambiándose la zarga a la zurda sin acoplarse —, el toro era bravo y había que poderle con exposición —, volviendo a la derecha para devolverle intensidad a su labor. El torero se estaba sintiendo; se rebozaba como rebozado iba el astado, y cuando vió que le pedía la muerte, perfilándose en corto, pero en el terreno contrario que no era el mejor, dio la impresión de intentar matarlo recibiendo, pero al no responder, pinchó. Seguro estoy que de cobrar la estocada de muerte las dos orejas se le hubiesen otorgado cuando el público todo estaba a su favor, sonando un aviso, empero… Empero, con mucha decisión en su segundo envite, el joven diestro fijando la vista en lo alto del morrillo, perdiéndole la cara al toro, como debe de hacerse, se fue tras de la espada volcándose recto, sin salirse un ápice del embroque, para pasándose como pasarse se debe, sepultar la hoja entera en lo alto para triunfar como triunfó. José María Manzanares se llevó el lote deslucido por la blandenguería que acusaron sus dos, estando en ambos muy en profesional con esa expresión de empaque y torería, pisando firme pero sin lucir ni remontar para el éxito, alcanzando lo mejor, con dos volapiés de espléndida ejecución con los que despenó a sus dos enemigos. Tarde pues en la que el arte grande de inspiración afloró expresándose en un torero aroma… Sí, en un aroma torero a tomillo y a romero… Y para hoy, gran día. Fecha de reaparición esperada que despierta tantas y tantas ilusiones y expectativas de partidarios y… Y de detractores. Ejemplares de Victoriano del Río y otros de Cortés, ambos del mismo ganadero, para Javier Conde, José Tomás y la confirmación de alternativa de un joven del que mucho se espera, Daniel Luque… Que respondan los toros, que los toreros….. Temas Toros De los toros con verdad Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones