* Protagonistas

Cada cuatro años se repiten los mismos augurios pesimistas. Se supone que tras la borrachera del Mundial, llega la cruda de la competencia doméstica...

Sin embargo, se impone hacer la salvedad de que la borrachera mundialista, para el aficionado mexicano, es relativa... Después de todo, por más que varios partidos de la Copa del Mundo se queden por mucho tiempo alojados en la memoria de los espectadores, unos (el Alemania-Uruguay por el tercer lugar) por su calidad, otros (la final España-Holanda) por su intensidad, es obvio que no es lo mismo verlos de lejos, con el relativo desapego de quien no ve el resultado de esos encuentros como cosa propia, que verlos con el interés implícito en los compromisos en que participa la Selección del país en que se nace o en que se ha decidido vivir.

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En esas condiciones, como en el Mundial de Sudáfrica no sucedió nada verdaderamente memorable para el futbol mexicano (se venció a Francia, sí... pero Francia se ganó a pulso la etiqueta de la gran decepción del Mundial de referencia), el aficionado se queda con la sensación de que en la fiesta lo segregaron, por fellito y mal vestido, y de que regresa a casa: acá tendrá que conformarse con cenar tacos de frijoles... pero le quedará el consuelo de que nadie le hará el menor desaire.

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Hay elementos que permiten augurar que la competencia que anoche se puso en marcha y de la que entre hoy y mañana se complementará la primera jornada, se calentará en breve.

Hay ingredientes atractivos: el nuevo estadio de las “Chivas”, y la incógnita acerca del peso específico de la ausencia del “Chicharito” Hernández, cuyos goles hicieron del Guadalajara el equipo sensación del torneo anterior... hasta que las convocatorias a la Selección lo desmantelaron; la posibilidad de que Vuoso y Vicente Sánchez —que “ayer maravilla fueron”...— reverdezcan laureles en el ataque de un América que lleva varias temporadas dando tumbos.

Puesto que se trata de los tradicionales protagonistas de las competencias domésticas, de la medida en que Guadalajara y América, en efecto, den señales de estar a la altura de las pretensiones de sus dirigentes y de las exigencias de sus seguidores, dependerán, en buena medida, las perspectivas de que la competencia doméstica prenda rápido... y el Mundial de Sudáfrica se limite a ser un recuerdo cada vez más distante y nebuloso.