Lunes, 14 de Julio 2025
Deportes | Hoy por hoy, ya se sabe, el Atlas tiene al Boca Juniors al borde del nocáut

* Hazañas

Tiempos hubo en que enfrentamientos de equipos mexicanos contra brasileños o argentinos, eran crónicas de muertes anunciadas.

Por: EL INFORMADOR

A PROPÓSITO

Ya no es como antes...

Tiempos hubo en que enfrentamientos de equipos mexicanos contra brasileños o argentinos, no sólo en los intrascendentes encuentros amistosos, sino, especialmente, en competencias formales y aun prestigiosas como la Copa Libertadores, eran, de antemano, crónicas de muertes anunciadas.

Salvo excepciones, que se refieren como gestas heroicas, como hazañas homéricas, en aquellas confrontaciones podía haber cierto misterio con respecto al marcador... pero no con respecto al resultado. (Dicho en otras palabras: se daba por descontado quién ganaría; la única duda consistía en si la derrota, perfectamente previsible, merecería, al menos, el calificativo de “honrosa”... o ni eso).

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Hoy por hoy, ya se sabe, el Atlas tiene al Boca Juniors —uno de los dos grandes históricos del futbol argentino— al borde del nocáut: obligado a ganarle, el miércoles próximo en el Estadio Jalisco, para no sufrir el oprobio de que un intruso —valga el epíteto— deje fuera de combate a un protagonista habitual de la Copa Libertadores.

Otro tanto puede decirse del América: mal empieza a digerir el vejamen de haber sido sotanero de la clasificación general y de haber tenido su campaña más lamentable en casi medio siglo, cuando se quita de encima al Flamengo carioca... y, a continuación, pone en la lona al Santos paulista.

Sería necio pretender que el futbol mexicano ya está a la par con el de Brasil o Argentina. En cambio, es incuestionable que los equipos mexicanos ya se dan el quién vive con equipos argentinos y brasileños. (Lo cual, como dice la canción, “aunque parezca lo mismo, no es igual”).

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Y, hablando de gestas heroicas, esta noche se verá si el Guadalajara actual está hecho, como cacareaban sus dirigentes, de madera de campeón...

La derrota del miércoles ante el Monterrey  fue hija de los imponderables del futbol. De uno, sobre todo: el descuido, tontería o lo que haya sido, de Ramón Ramírez —un jugador modelo de corrección, ordinariamente— al hacerse expulsar y dejar a su equipo en inferioridad numérica desde el primer tiempo, ante un rival al que no pueden regalarse tamañas concesiones..

Salir al campo con la obligación de vencer por tres goles a un adversario que tiene con qué aprovechar el previsible trámite del partido para darle la puntilla, será una buena ocasión de comprobar si, como se decía hace tiempo, “Dios —aquí en México, al menos— es Chiva”.

 

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