* Fracaso

De los siete aspirantes (Jaguares, Tigres, Pachuca, Pumas, Toluca, Guadalajara y Morelia) a colarse a la llamada “fiesta grande” del futbol mexicano, los tres primeros dependen exclusivamente de sí mismos; los cuatro restantes, un poco de que cumplan con la obligación de ganar --alguien dijo que “quien tiene la obligación de ganar, pierde por necesidad”--... y un mucho de lo que otros dejen de hacer.

Jaguares, Tigres y Pachuca tienen un punto en contra: solventarán sus compromisos en puerta en calidad de visitantes. En compensación, tienen a su favor que sus rivales, de conformidad con sus antecedentes en esta temporada, no le quitan el hipo a nadie: son, respectivamente, Querétaro, Atlas y Necaxa.
(En efecto: se trata de los tres actuales inquilinos de los lugares más rezagados en el tabulador del porcentaje, determinante, al cabo del próximo Torneo de Clausura, del macabro asunto del descenso).

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En la hipótesis, pues --avalada por la lógica--, de que esos tres equipos consigan el boleto para la “liguilla” (ya después se verá para qué diantres lo quieren, puesto que ninguno está como para apostar a favor de sus posibilidades ni lo negrito de la uña), en los epitafios de las esperanzas de los cuatro restantes habrá que poner, rotunda, la misma palabra: “Fracaso”.
Para dos de ellos, sobre todo, sería un fracaso, tomando en consideración que, bien vistas las cosas, ni a Pumas ni a Morelia se les podía inscribir, con todos los honores, en la selecta lista de los verdaderos aspirantes al título....

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Para el Toluca, en cambio, sería frustrante y doloroso quedar al margen de la lucha por el título, puesto que se trata de un animador sistemático de los campeonatos recientes.

Para el Guadalajara también sería lamentable, desde cualquier perspectiva, quedarse “nomás milando” --como el chinito del cuento-- después de sus más recientes hitos: llegar hasta la final de la Copa Libertadores, y haber inaugurado el estadio --con todo y los “asegunes” de su cancha de pasto artificial “de séptima generación”-- más moderno de México...
(Y más lamentable aún --seguimos hablando del Guadalajara--, porque si sigue siendo cierto, como alguien dijo, que la envidia es la amargura por la felicidad ajena, tan doloroso como quedar afuera, o más, será para los rayados más furibundos ver y oír, desde la calle, como goza, adentro de la fiesta, el América).