* ''Fair play''

Podrá decirse que, después de todo, a quién diablos le importa. Y puede que sea cierto...

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El caso es que ayer se difundió, a nivel mundial, un curioso video.
Se trata de un partido correspondiente al campeonato de Irán: un país que difícilmente --desde nuestra perspectiva, al menos-- tiene derecho a un rinconcito al menos en el mapa-mundi del futbol.

Se enfrentaban los impronunciables equipos Moghavemat y Aboomoslem. En un momento determinado, un atacante del primero se lanza resuelto tras un servicio que uno de sus compañeros filtra desde la media cancha. Majid Gholami, arquero del Aboomoslem, se lanza, con las manos por delante, a los pies del delantero rival, en busca del balón dividido, sobre la línea del área grande. Amin Motevaselzadeh, atacante del Moghavemat, recoge el balón que salió rebotado; elude al primer defensa que lo enfrenta; y cuando tiene la posibilidad de disparar al marco, o de tratar de eludir a otro zaguero que lo enfrentaba, o de atrasar el servicio a cualquiera de sus compañeros que llegaba en su apoyo, hace lo que difícilmente se le hubiera ocurrido a cualquier profesional --o incluso amateur-- del futbol: renuncia a la manifiesta oportunidad de buscar un gol para su equipo; patea el balón hacia la línea de banda, y se vuelve hacia el árbitro para indicarle que solicite las asistencias médicas para Gholami, que quedó caído y ostensiblemente lesionado.

La reacción de compañeros y adversarios fue unánime: independientemente de la trascendencia que hubiera podido tener el gol al que renunció, todos felicitaron a Amin.

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Ha habido otros casos curiosos de “fair play” (juego limpio) a ultranza...
En un encuentro amistoso entre veteranos de las selecciones de México y Alemania, en el Estadio Azteca, el silbante regaló, ostensiblemente, un penalty a los germanos. Uwe Seeler --mundialista en México-70--, sonriente, intervino para pedir que cesaran las protestas de los mexicanos. Él mismo ejecutó el penalty: se paró a un paso del balón y lo tocó suavemente hacia el centro del marco. Por desgracia, Nacho Calderón, arquero mexicano, salió disparado hacia un lado.

Fue gol, pues... contra la voluntad de su anotador.

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En todo caso, se trata de ejemplos de que, aun en este mundo tan materialista y aun en un medio tan prostituido --permítase la expresión-- como el futbol profesional, aún se encuentran hombres hechos de otra madera.