* Exorcista

Dos puntos, de entrada, a favor de José Luis Real: uno por el orden que fue, sin duda, factor determinante en la victoria sobre el Toluca con que el Guadalajara abrió el Torneo Bicentenario 2010; el otro, por su equilibrio anímico...
En efecto: con la mesa servida para echarle crema a sus tacos, el técnico rayado optó por la mesura. Declaró que la victoria sobre un sinodal tan calificado como el Toluca fue merecida... pero admitió que el marcador fue demasiado generoso con su equipo.

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Algunas incógnitas relacionadas con las perspectivas del Guadalajara para este certamen, después de su decepcionante desempeño en el precedente Torneo de Apertura, comenzaron a despejarse favorablemente...
José Luis Real aportó la primera prueba de que puede con un paquete en que a las exigencias de sus simpatizantes se suman las mayúsculas impertinencias del dueño del juguete. En la medida en que el rendimiento del equipo fue plausible, el nombre de Ramón Morales --simple reservista en el torneo anterior y protagonista del mayor escándalo mediático en el preámbulo del certamen actual-- comenzó a eclipsarse... y así continuará si el equipo sigue marchando por el buen camino. El “Chicharito” Hernández en el ataque y Luis Michel en el marco, alcanzaron calificaciones sobresalientes. El “Bofo” Bautista, aun sin pesar en el partido, ya tuvo sus primeros minutos en una campaña en que tratará de ser excepción a la regla de que “nunca segundas partes...”.

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El Atlas, en cambio, entregó cuentas mochas a su regreso de la capital del país...
El 2-0 adverso ante los “Pumas” fue fortuito. Aunque en el primer tiempo el ataque rojinegro fue inoperante, a partir de los ingresos de Chitiva, Alférez y Santos, los capitalinos se salvaron por los aciertos de su guardameta Palacios... y por una pifia arbitral en que ni cabía marcar mano de Vargas, como se marcó, porque no hubo tal, ni penalty porque la mano de Juárez en el mismo lance fue accidental, pero sí debió haberse convalidado el gol de Zepeda --hubiera sido el 1-1-- porque, ya pasando en limpio la acción, fue impecable.
Que un minuto después de ese lance cayera el segundo y decisivo gol de los “Pumas”, demuestra que Carlos Ischia podrá ser un buen técnico... pero no es --por lo visto hasta ahora-- el exorcista que el Atlas está pidiendo a gritos desde hace un largo rato.