Deportes | A propósito por Jaime García Elías * “¡Eeeroooo...!” A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 23 de febrero de 2010 - 06:09 hs ¿De qué tenía que disculparse Javier Aguirre?... ¿De haber dicho la verdad?... ¿De haber sido sincero?... ¿De haber externado, sin dobleces, su opinión sobre la realidad social que se vive en México?... ¿De haber hecho una valoración objetiva de la estatura futbolística del “Tri”, a partir de su historia, y, en consecuencia, una ponderación más bien pesimista de sus perspectivas en el Mundial de Sudáfrica?... ¿De haber anticipado parte de sus proyectos personales, en el sentido de cumplir como técnico nacional e intentar, posteriormente, continuar su carrera como timonel en Europa?... ¿De todo eso..., o de que sea tan sensible la piel de algunos patrioteros habilitados de comentaristas deportivos?... * En lo esencial, ni era previsible que el “Vasco” se desdijera de lo que dijo la semana pasada a un canal de la televisión española, porque lo dijo con nitidez meridiana, ni, tampoco, que lo había pensado mejor, que lo había consultado con su almohada y que había decidido notificar, a la ciudad y al mundo, que donde había dicho “negro” con respecto a la jerarquía del futbol mexicano, había querido decir “blanco”, y que donde había dicho “color de hormiga” acerca de la inseguridad que se vive en el país, en realidad había querido decir “entre azul y buenas noches”. * Algún día --el Día del Juicio, por ejemplo... aunque ya en la tarde-- se sabrá, tal vez, quién dio la estúpida orden de que Javier convocara, para el domingo en la tarde, a una multitudinaria rueda de prensa... en la que no dijo nada que fuera noticia. Porque, además de que no se retractó de nada de lo dicho y sólo trató de poner paños calientes sobre las ronchas y moretones que produjeron sus palabras --¿qué quiere usted?: hay gente alérgica a la verdad...-- no es noticia que aclare que nunca quiso herir a nadie. Ni es noticia que, independientemente de que su chamba consiste en motivar a los jugadores e ilusionar a los aficionados --para eso se le contrató... y hasta ahora ha desquitado íntegramente su salario, puesto que enderezó el rumbo de un barco que con Sven-Goran Eriksson en el timón navegaba a la deriva-- y de que él mismo aspire a superar las muestras del pasado en empresas similares, se niegue a ser tan mentiroso como para prometer imposibles... o tan iluso como para creerse sus propios cuentos de hadas. Temas A propósito Jaime García Elías Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones