Sábado, 25 de Octubre 2025
Deportes | A propósito, por Jaime García Elías

* “Cuau”

A propósito, por Jaime García Elías

Por: EL INFORMADOR

Muy en su papel de idolito, de hijo predilecto de las multitudes --en la capital del país, al menos--, Cuauhtémoc Blanco, según dicen, se tomó muy a pecho las expresiones de simpatía que le dedicaron los aficionados reunidos el domingo pasado en el Estadio Azteca. Resolvió que con su popularidad al alza, merced a las notas laudatorias que de allende la frontera norte llegan acerca de su desempeño con el “Chicago Fire”, y con sus facultades físicas en declive --algo enteramente normal para un futbolista de 35 años... y cuya conducta no siempre ha sido la más adecuada para un profesional del deporte--, estaban dadas las circunstancias para arañar las últimas raciones de gloria de su carrera.

*

Conmovido porque miles de aficionados pedían a coro su entrada a la cancha, y porque los “expertos” se aferraban a la hipótesis de que el segundo tiempo del partido contra Jamaica estaba como mandado a hacer para un “show” de talento futbolístico en beneficio del “Tri” y en perjuicio de un rival que desde los dos minutos de juego ya estaba liquidado merced al del gol de Guardado, “Cuau” --refieren-- habló con su entrenador...

Le planteó, seguramente, que el Mundial del 2010 ya no está entre sus objetivos. Le habrá referido que acudir a las concentraciones, entrenar, salir en los medios como integrante del selecto elenco de lo más granado de la producción nacional, estar en la banca y recoger las migajas de algunos minutos en algunos partidos, a su edad y con otros objetivos en la vida y en las canchas, no lo hacía plenamente feliz.

*

Fue así --cuentan-- que convenció a Sven-Goran Eriksson de que la de anoche, en un partido hasta cierto punto de trámite y ante un rival --Canadá-- de medio pelo, era la ocasión propicia para su despedida como seleccionado nacional.

Para quienes se empeñan en que el futbol mexicano, a como dé lugar, tenga un ídolo de las dimensiones de Maradona --el referente obligado--, y se aferran a que Cuauhtémoc da la talla, habría que subrayar que las semejanzas entre uno y otro son evidentes --lo díscolo, lo silvestre, lo proclive al vedettismo y la indisciplina en las canchas y a “la dolce vita” afuera de ellas...--, pero las diferencias, por su protagonismo en la historia del futbol, aún son abismales.

Temas

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones