* Consuelo

Pues sí: queda, por una parte, el consuelo de que el futbol de Jalisco --que llegó a ser, en los tiempos en que se amarraba a los perros con longaniza, el mejor de México-- tiene, al menos, un representante en la “Liguilla”; queda, en consecuencia, la esperanza de que ese representante (el Guadalajara) confirme los indicios que aportó su empate del sábado ante el Cruz Azul, de que está en vías de salir de la sala de terapia intensiva en que ha estado desde que tuvo que desprenderse de sus seleccionados, y puede reconciliarse un poco con la eficacia que lo caracterizó durante las primeras jornadas de la etapa clasificatoria.

Sin embargo, aun para el optimismo hay límites...

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Se antoja razonable esperar que el Guadalajara, motivado por un Liborio Sánchez como el del sábado, inspirado, en gracia de Dios, capaz de detener todas las parables y unas cuantas de las imparables, pudiera aprobar el primer examen del verdadero campeonato: después de todo, el Morelia ha dado demasiadas señales de que es un cuadro irregular, inconsistente, y que su presencia en la serie decisiva es enteramente circunstancial: hija de un sistema de competencia que de la misma manera como complica la existencia y entrecierra las puertas de la lógica a los mejores, abre de par en par las puertas de la sorpresa a los aventureros.

Por sus antecedentes de las temporadas anteriores y porque, en su caso, fue mínima la afectación por cuenta de la Selección Mexicana que participará en el Mundial, se supone que Monterrey (actual campeón defensor, además) y Toluca (cuyos laureles, con el técnico y un plantel muy similar al actual aún no se marchitan) son los favoritos obligados.

Cualquier otra cosa servirá para demostrar que sigue siendo cierto que, en el futbol mexicano, cualquiera le gana a cualquiera.

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Todo lo contrario, dicho sea de paso, a lo que sucede en la Copa Libertadores...

Al margen de la posibilidad de que los equipos mexicanos no regresen al torneo más prestigioso del continente, si se acata la disposición de que los certámenes regionales sean exclusivos para los equipos de la zona (Sudamérica para los sudamericanos, por ejemplo), ni Guadalajara ni San Luis parecen tener argumentos para salir airosos de sus respectivos compromisos ante Vélez y Estudiantes...

Ambos, por ahora, parecen condenados a desempeñar el triste papel de carne para los leones.