Deportes | A propósito por Jaime García Elías * Cima... y sima A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 3 de marzo de 2009 - 02:31 hs Sin ánimo, por un lado, de hacer leña del árbol caído, ni, por el otro, de incurrir en el riesgo de excederse con el incienso de la adulación, que acaba por tiznar al ídolo, es obvio que el contraste es brutal, en este momento, entre los archi-rivales del futbol mexicano... Mientras el Guadalajara apuntaba una recuperación espectacular y redondeaba una de las jornadas más espectaculares de su historia al golear por 6-2 al Everton en partido de la Copa Libertadores, primero, y después al Pachuca --que llegaba a la cita como líder invicto del Torneo de Clausura--, por 5-0, en la competencia casera, el América, al caer como local ante en San Luis (su hermano menor, supuestamente), por 2-0, sufría la enésima humillación de su historia reciente. * Ya el tiempo dirá si va en serio la recuperación espectacular que apuntaron las “Chivas” en sus compromisos de la semana pasada, o si esos triunfos se explican por la debilidad del cuadro chileno, el miércoles, y por una poco frecuente mezcla de inspiración de un equipo y de mala suerte del adversario, el sábado. También corresponde al tiempo despejar la incógnita relacionada con la hipótesis de que Chucho Ramírez, al recibir de manera intempestiva e inopinada la oportunidad de hacer malabares con un chayote caliente, demostrará que su nivel de competencia se encontraba en el sector amateur --donde llegó a campeón mundial con los juveniles mexicanos--... y acá, en la Primera División, su nivel de incompetencia. * Javier Novello, artífice de los “Niños Catedráticos” del Atlas en la década de los sesenta del siglo pasado, y Diego Mercado, timonel de los juveniles mexicanos que en los años setentas conquistaron títulos internacionales en Cannes y Toulon, entre otros estudiosos del fenómeno, sostenían que hay un cambio drástico de actitud entre los jugadores amateurs y los profesionales. Los primeros se caracterizan por ser disciplinados, humildes, siempre dispuestos al sacrificio. Los segundos, por el mismo hecho de escalar a la siguiente etapa de su carrera, se envanecen; creen que son verídicas todas las lisonjas que se les prodigan, e incluso que sus aduladores se quedan cortos. Son los típicos ejemplos de la enfermedad incurable, progresiva y muchas veces mortal de quienes se marean en cuanto los medios de comunicación --que con tanta facilidad fabrican ídolos con pies de barro-- los trepan a un ladrillo. Temas A propósito Jaime García Elías Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones