* Carambola hecha

La coronación del Santos Laguna parece, al menos en teoría, la clásica “carambola hecha”.

Para que ese corolario del Torneo de Clausura se frustrara, haría falta que se conjugaran dos sucesos improbables, aunque no imposibles. Por una parte, la súbita ruina de los “Guerreros”; la descomposición de un equipo cuyo funcionamiento fluctuó de más que regular a bastante bien a lo largo de la etapa clasificatoria e incluso en la fase inicial de la “Liguilla”. Por la otra, una metamorfosis espectacular del Cruz Azul, de un equipo ordenado, pero nada del otro mundo, en una manada de leones de melena negra.

*

La posibilidad —sumamente remota, subrayémoslo— parece tanto más improbable cuanto que en el encuentro decisivo, mañana domingo, seguramente gravitará a favor de los coahuilenses la circunstancia de lugar, con todas sus implicaciones: desde la presión del público, que quizá no consiga desestabilizar a los jugadores del Cruz Azul, hasta el calor infernal de las tardes primaverales en la Comarca, que casi seguramente pesará —ese sí— a favor de los coahuilenses.

*

En el partido de ida, el jueves por la noche, había la incertidumbre inicial. Puesto que se trataba de una final inédita, como se advirtió desde que se supo qué equipos la disputarían, aunque su desempeño en la etapa regular del certamen y su mejor colocación en el tabulador hacían del Santos Laguna el lógico favorito, había un cierto margen para la duda...

Esa duda se acrecentó a los 16 minutos de juego. El gol —relativamente tempranero— de Nicolás Vigneri, alimentó la perspectiva de una “chica”. El dominio táctico que mantuvo, el correcto trabajo defensivo que realizó y las llegadas que generó el cuadro hidalguense, acrecentaron esa posibilidad.

Empero, la incapacidad de acrecentar —o, simplemente, de mantener— la ventaja en el marcador, primero; los indicios de que el Santos Laguna despertaba, después, y, finalmente, los goles de Arce y Benítez, modificaron de manera sensible la decoración.

*

El resultado ya es del dominio público: mientras que al Cruz Azul prácticamente nadie le arrienda las ganancias, la coronación del Santos Laguna —el mejor equipo del campeonato, después del Guadalajara (que cayó ante el Monterrey... que a su vez cayó ante los “Guerreros”)— se antoja, como ya quedó dicho al principio, la clásica “carambola hecha”.

O sea que este arroz parece estar cocido desde el jueves por la noche.