* “As de oros”

Cuando ocurrió la desgracia de Salvador Cabañas, vinieron los desgarramientos de vestiduras: ¡cómo se ensañaba el destino con el América, arrebatándole a uno de sus mejores jugadores...!

Ahora que Tony López, a sus 21 años --a cumplirlos el próximo 18 de mayo--, apareció de improviso en el cuadro titular y aportó tres goles al triunfo sobre el Querétaro con cifras escandalosas de 6-0, vinieron las fanfarrias, los repiques y los cohetes.

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Se supone que el supuesto descubrimiento de un astro de primera magnitud en el firmamento del futbol mexicano, amerita los elogios que se han dedicado al bisoño atacante, y justifica la aseveración de que el América acaba de encontrar al que será, con el tiempo y el ganchito consabido, no sólo su cheque al portador por goles que redundarán en triunfos que, sumados, se transformarán en títulos, sino, de plano, su as de oros...
Calma. Calma y nos amanecemos...

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Sin detrimento de los atributos físicos y técnicos del jugador que hizo méritos, objetivamente, para convertirse en el gran protagonista de la novena fecha del Torneo Bicentenario, conviene irse con pies de plomo...

El Querétaro que se metió el domingo a la cancha del Azteca, jugó sin complejos durante el primer tiempo. Partió de la premisa de que el rival, aunque el marcador final sugiera lo contrario, dista mucho de ser una aplanadora. Tuvo como consigna el viejo adagio que Jack Dempsey convirtió en divisa: “La mejor defensa es el ataque”... Hasta el 2-0 con que se fue al descanso, al Querétaro aún le quedaba viva la ilusión. El 3-0, en el primer minuto de la etapa complementaria, conseguido por el América a partir de un supuesto error arbitral, desmoronó la moral de los “Gallos Blancos”: fue la señal para su debacle... Como fueron seis los goles de la derrota, pudieron ser doce.

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Con todo y que los goles del jugador de moda fueron los primeros, los que encaminaron a su equipo hacia el triunfo, es evidente que el mocetón tuvo a su favor el factor sorpresa: como no había antecedentes acerca del precio que podía pagarse si se le daban facilidades, si no había una vigilancia más estrecha para él y para sus posibles abastecedores de materia prima, el Querétaro cometió un error que difícilmente repetirán los próximos rivales del América...

Colofón: Tony López, hoy, es una promesa. Punto.