¿Y donde están las raíces?

Hace ya mucho tiempo que el folclor mexicano en todas sus expresiones se está quedando atrás, y vale la pena preguntar, ¿Qué es lo que está pasando? Pues es muy concreto, el folclor se ha ido olvidando poco a poco, dejando atrás los mariachis, los bailes, las cantinas, los famosos gallos, las corridas, las bandas, etcétera. Incluso al momento de escribir este artículo me pregunto, ¿Valdrá la pena mencionar todos los aspectos benéficos que tiene el folclor mexicano? Yo creo que sí.

Empecemos por remontarnos a finales del siglo XVII, donde a lo largo de todo México, ya se escuchaban pequeños grupos de mariachis tradicionales acompañando a bailes de zapateado, generando en las plazas un alboroto sin tregua, el cual dejaba como resultado un ambiente excepcional.

Poco a poco estos festejos, por llamarlos de algún modo, fueron evolucionando trayendo tendencias nuevas, las cuales han dado como resultado lo que es la apreciación folclórica de hoy en día.

Cultura, diversión, ambiente, colorido, fiestas y muchas otras cosas hacen de la identidad mexicana algo envidiable.

A partir de un pensamiento patriótico, con todos esos comerciales que vemos por los diversos medios de comunicación masiva: la radio, la televisión, los espectaculares y hasta pequeños letreros en las carreteras marcando la ruta 2010, podemos empezar a transformar el concepto que tenemos del folclor y la cultura Mexicana; el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana son algo que a todos los mexicanos nos despierta por lo menos un poco de patriotismo, y a partir de ello podemos recordar y empezar de nuevo a practicar nuestras raíces.

El hecho de tener ese sentimiento, es algo que a los mexicanos nos debe durar no sólo en estas fechas, sino a partir de eso empezar a comprender mejor: ¿Cuáles son nuestras raíces? ¿Qué debemos de hacer para conservarlas? Y conservarlas no sólo dentro de la sociedad, sino también dentro de nosotros.

Es moda en estos tiempos, salir a bailar y escuchar música de “hoy”, porque al poner música “oldie” el ambiente no sería el mismo, es así como lo define la mayoría de los jóvenes, que al momento de hablar de folclor su imaginación no pasa de evocar al “Potrillo” o a su padre, que poco a poco han impreso su huella, no muy afortunada, en el concepto del folclor y de la música mexicana.

Mucha gente que aprecia el folclor auténtico, podría estar de acuerdo al momento de afirmar que “No es para viejitos”, afirmar lo contrario es erróneo, ya que se deja de tener una idea clara de todos los aspectos que nos puede brindar el folclor a nuestras vidas.

No busquemos raíces donde no las vamos a poder encontrar, no tratemos de llenar espacios huecos con cosas que no valen la pena. Celebremos el Bicentenario y el Centenario de manera que los mexicanos estemos contentos, plenos y llenos de gozo para así, tener un México renovado de cultura y dentro de la cultura, renovado en su folclor.

Oscar Emmanuel González Páramo
oscargone@hotmail.com