Trae compañía de Taiwán su 'Moon water' al FIC

GUANAJUATO, GUANAJUATO (16/OCT/2010).- Un estudio de lo real contra lo irreal, de la fuerza contra la debilidad, es la pieza coreográfica 'Moon water' (Agua de luna), a cargo de Cloud Gate Dance Theatre de Taiwán, que se presentará del 14 al 16 de octubre, en el Auditorio del Estado, en el marco del 38 Festival Internacional Cervantino (FIC).  

El fundador y coreógrafo Lin Hwai-min dijo estar muy contento de visitar esta ciudad tan hermosa, que ha disfrutado cada momento, por lo que esta presentación le causa gran emoción, incluso más que cuando estuvo en Nueva York.  

'Esta ciudad es única, entonces para esta noche presentaremos una pieza coreográfica única, que (de esa forma) no se ha visto en ningún otro escenario', expresó el artista en conferencia de prensa.  

Explicó que el nombre de su compañía, fundada en 1973, hace alusión a la danza más antigua de China que es Cloud Gate, una de las más legendarias de su país.  

'Tomamos este nombre clásico pero decidimos crear nuestra propia danza, basada en lo tradicional pero con tintes contemporáneos, ya que más que reproducir o imitar, buscamos plasmar algo nuevo y eso es lo que vamos hacer esta noche', dijo Hwai-min.  

Destacó que los bailarines que conforman la compañía dominan diferentes disciplinas como el ballet clásico y la danza moderna, pero hay un énfasis muy importante en las disciplinas tradicionales de china como la meditación, las artes marciales y los ejercicios.  

'La meditación es muy importante, hacemos este tipo de ejercicios hasta en un aeropuerto, y esto nos permite tener una visión distinta del cuerpo y movimiento', expresó el fundador de la agrupación.  

Apuntó que la característica de su danza es que está muy asentada, a diferencia del ballet clásico que tiene que ver con elevación; ellos se adhieren al piso y extraen la energía desde ahí.  

'Nuestros movimientos son circulares como cuando uno está pintando con una brocha, los preparamos a través de la respiración con ayuda de la meditación, lo cual nos permite llegar a lo que deseamos plasmar', explicó Lin Hwai-min.  

Para el coreógrafo, la pieza es un estudio de lo real contra lo irreal, de la fuerza contra la debilidad, del 'ying' y el 'yang', un estudio del tiempo.  

En una producción en blanco y negro, el piso del escenario está cubierto por blancas pinceladas, como olas en movimiento, mientras que espejos suspendidos en el aire exhiben a los bailarines vestidos de blanco.  

Hacia el final de la obra, el agua invade el escenario y en el muro de espejos se juega con el reflejo tanto del líquido como de los cuerpos mojados de los bailarines: realidad e ilusión se unen en una imagen final donde los movimientos de los bailarines semejan los de las nubes, en un mágico y celestial reino.  

'Moon water' ha sido aclamada por la crítica desde su estreno en 1998, incorpora movimientos del Tai Chi Tao Yin -una antigua forma del Chi Kung-, ejercicios que pudieron haber sido trazados hace cerca de dos mil años, por lo que puede afirmarse que esta obra no habla sobre la meditación, pero es meditación en sí misma.  

La selección de la música para esta puesta en escena resulta sorprendente, ya que logra un sincretismo total con 'Seis suites para violonchelo solo', de Johann Sebastian Bach, grabada por el chelista ruso Mischa Maisky.  

Los bailarines no se limitan a seguir el tiempo y el tono de la música, llegan a ella desde el corazón de sus propios cuerpos, se mezclan de tal forma que pareciera que la música estuvo esperando por los intérpretes durante cientos de años.  

'Moon water' forma parte del programa que ofrecerá la edición 38 del Festival Internacional Cervantino, que se realiza en esta ciudad, del 13 de octubre al 7 de noviembre.