Tía Chucha, una con buenos propósitos

GUADALAJARA, JALISCO.- Tía Chucha’s Cultural Center es una opción para el desarrollo de la creatividad y una mano para muchos jóvenes hispanos que quieren salir de las pandillas californianas. A través de este centro y de sus libros, el escritor Luis Rodríguez, quiere evitar que como él, los jóvenes se conviertan en delincuentes juveniles.

“La tía Chucha estaba un poco loca, pero yo creo que más que loca era creativa”, aclara Luis Rodríguez, poeta, novelista y fotógrafo estadounidense de origen mexicano que en 2001 decidió fundar una casa de la cultura en el Valle de San Fernando, California a la que bautizó con el nombre de: Tía Chucha’s Cultural Center.

Rodríguez nació en el Paso, Texas, pero se crío en suburbios californianos donde las pandillas lo alcanzaron siendo adolescente. Cometió crímenes y fue a prisión pero gracias a su talento como artista le fue conmutada la pena.
Una historia que se repite en miles de jóvenes que crecen en las calles de los barrios pobres de Estados Unidos, pero que tristemente la mayoría de ellos no tiene un final exitoso como el de Rodríguez.

“Mi trabajo como escritor ha tenido éxito, con el dinero que he ganado decidí abrir este espacio dedicado a la promoción y enseñanza gratuita de expresiones artísticas como la música, teatro, danza azteca, pintura y literatura”.
Con este espacio intenta no sólo ofrecer una oportunidad como la que él recibió a jóvenes en pandillas con algún talento que los puede ayudar a dejar la calle, también rendir un homenaje a esta “tía loca” que componía poesías, canciones, tocaba la guitarra y cantaba.

Rodríguez aglutina a maestros altamente capacitados que no cobran nada al centro por impartir sus clases, agrega que la casa se mantiene con donativos y ayuda gubernamental.

“En un año atendemos hasta tres mil personas, tenemos muchos talleres y vienen familias completas, llegan incluso pandilleros tatuados que quieren hacer arte y vienen aquí para crecer, gente que habla inglés, bilingües, que hablan dialectos, indígenas de Oaxaca”.

Escritor chicano

Luis Rodríguez se asume chicano, es bilingüe y sus obras reflejan mucho del movimiento chicano que defiende los derechos civiles y la identidad cultural de los mexicanos radicados en el vecino país del norte.

La preocupación de Luis Rodríguez por evitar que los jóvenes, incluido su hijo, caigan en pandillas, lo llevó a escribir una de sus más exitosas obras: Always Running: La Vida Loca, Días de Pandilla en L.A. (1993).

El libro que es popular entre jóvenes y maestros a pesar de su censura en bibliotecas, ha vendido más de 300 mil copias y ganó el premio literario Carl Sandburg y el premio del Chicago Sun-Times Book, además de ser considerado libro notable por The New York Times.

Rodríguez ha recibido múltiples reconocimientos a su obra literaria pero también a su labor humanitaria como el Unsung Heroes of Compassion otorgado por el Dalai Lama y el premio por Servicio Público de la National Association for Poetry Therapy.