Tengo una vida feliz, pero también atormentada: Glantz

CIUDAD DE MÉXICO.- La escritora mexicana de ascendencia ucraniana Margo Glantz se define como “una mujer que ha vivido una existencia ya muy larga, y espero que siga siendo larga todavía”, y sostuvo que ella ha sido muy productiva y feliz “porque he podido hacer justamente lo que más degusta”.  

En ese sentido, la laureada autora de cuentos, novelas y ficciones se manifestó complacida al vivir de la docencia durante más de 50 años. “Y me he dedicado a la ficción y escribir ensayos, a viajar y ver amigos en todo el mundo, porque yo tengo una nacionalidad cosmopolita, sin perder nunca la mexicana”, dijo.  

La académica de la lengua reconoció, sin embargo, que aunque ha sido feliz, su vida también ha sido atormentada. “Me costó mucho trabajo aprender a ser lo que soy, a perder el miedo para poder ser una buena maestra, a poder escribir, a hablar en público y a ser madre”.    

Su pasión y razón de ser, advirtió, es escribir cada día de su existencia. “Lo hago siempre, y afortunadamente, hoy estoy escribiendo”, dijo la escritora, quien la víspera presentó el volumen número dos de sus Obras reunidas, editadas por el Fondo de Cultura Económica (FCE).  

“Al revisar los textos incluidos en el libro encuentro que hay muchos cambios en mi escritura, pero al mismo tiempo una permanencia, ciertas obsesiones, y aunque cada texto es distinto en su forma, hay predilección por el sentido de catalogación, la fragmentación y el coleccionismo que se repiten en el tiempo”, mencionó.  

Escritora incansable, Margo Glantz escribe en este momento muchas cosas. “Puedo trabajar varios textos a la vez, pero cuando les doy el último jalón, me consagro día y noche a cada uno de ellos. Estoy escribiendo una novela, un larguísimo libro de viajes y uno que incluirá 10 cuentos; ahora llevo tres”.  

Para ella, agregó, es una gran satisfacción encontrar un libro tan bien editado, con hermoso papel y que como objeto, es una belleza. Se refirió a la sus Obras Reunidas volumen II. "Es lindo ver reunidas obras que estuvieron publicadas de manera dispersa en sitios y con tipos, formatos y épocas muy distintas".  

De pronto, dijo, los vemos en una unidad y una posibilidad de lectura que da continuidad. “Aunque el libro no está organizado cronológicamente, deja ver cuáles han sido los distintos momentos de mi escritura. Yo hice la selección y dejé textos que pensé que no debían estar, porque no son lo bastante válidos”.  

Admitió que se arrepiente un poco de lo anterior, porque quizá, desde su perspectiva, era como borrar un pasado, pero el hecho de que fueran obras reunidas le permitió hacer una selección más estricta. “Al hacer el prólogo definí cuál era el sentido de esta colección, de reunir todos estos textos”.