Teatro sin apellidos

GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2013).- Teatro de calle, teatro del cuerpo o físico, pantomima o títeres: el teatro no tiene apellidos ni sobrenombres, sino características esenciales que lo hacen ser teatro, independientemente de si se está en un auditorio o en una explanada, de si los actores son profesionales o amateurs.

"Muchas veces no sabemos qué se entiende por dramaturgia ni por arte. A veces no sabemos qué tipo de teatro es arte y cuál es comercial. La idea es pensar el fenómeno teatral desde varias teorías", platica el dramaturgo y estudioso regiomontano Mario Cantú.

El también catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California llegará a Guadalajara para impartir el curso "Filosofía del arte, el teatro y la dramaturgia" a mediados de noviembre en el Exconvento del Carmen. La convocatoria está abierta a todos, pero particularmente se dirige a gente interesada en la crítica teatral y para los teatreros.

En el estudio ontológico de las manifestaciones artísticas, hay nuevos fenómenos que merecen ser revisados desde la perspectiva de las artes escénicas. Uno de ellos es el performance, considera Mario Cantú: "El performance, aunque por lo regular lo han estado haciendo artistas plásticos, en realidad tiene todas las características de un hecho escénico (...) no porque un bailarín pinte un cuadro, significa que está haciendo danza. Hay cosas que les son propias a cada una de las disciplinas independientemente de quién sea el agente que esté ejecutando".

Aunque los teatreros se han alejado un poco de esta controversia, existe una discusión álgida conforme a lo que significa el teatro y la definición esencial de la teatralidad. Dentro del curso se revisará una corriente latinoamericana conocida como la Filosofía del teatro, del teórico e historiador argentino, Jorge Dubatti, para establecer en qué costa el hecho escénico más allá del dogma institucional.

Desde hace muchos años, las artes plásticas viven una revolución tumultuosa y una rica divergencia sobre qué es el arte, su función y su trascendencia, esto a raíz del cambio de los soportes tradicionales por la llegada de otros medios como el arte objeto, la instalación o el arte digital.

"Hay distintas definiciones que se han dado del arte donde están cayendo, a mi juicio, en el error. Muchos de los que manejan estas corrientes contemporáneas hacen una definición institucional (...) toman objetos tal cual de la vida cotidiana, los insertan en una galería y los hacen pasar por arte. Me parece que hay una falacia porque entonces el objeto artístico no es arte en su entorno normal, sino hasta que lo insertan en una galería", considera Cantú.

Con respecto al teatro, dice que sí hay debate, aunque los artistas escénicos se han mantenido al margen. "El mismo teatro se ha resistido a la definición de teatro, porque hay una concepción muy entrada al siglo XVIII que es el teatro de sala: solamente es teatro lo que ocurre en la sala y lo que está basado en un texto literario. Entonces a todo lo demás se le tiene una especie de conmiseración, como teatro menor, que es al teatro que se le pone apellido".

En concreto se refiere a las variantes conocidas como teatro de calle, teatro del cuerpo, la pantomima o los títeres. Sugiere incluso, que la separación entre el teatro y la danza debería revisarse, "porque en el fondo comparten muchas características".

El dramaturgo resalta la importancia de difundir las teorías y los estudios entre creadores y especialistas, para que se enriquezca la dinámica artística y se difuminen las barreras. Pero enfatiza que es indispensable que la discusión trascienda al público porque "sin espectador, no hay teatro":

SABER MÁS

El curso teórico "Filosofía del arte, el teatro y la dramaturgia", será impartido por Mario Cantú Toscano los días sábado 16 y domingo 17 noviembre, de 10:00 a 16:00 horas, en el Exconvento del Carmen. El costo es de 900 pesos.

Más información: ladyamaltea@gmail.com / 331 381 7274.

Mario Cantú es un dramaturgo, profesor y director de escena regiomontano, ganador del Premio Nacional Obra de Teatro por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en 1998. Es licenciado en Letras y doctor en Estudios Humanísticos. Entre sus obras más importantes están: "El anticristo", "El hombre sin adjetivos", "La sospecha", "Barbie Girls" y "Memorama".

El curso es coordinado por Vera Wilson.

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS