Silencios para hablar de la violencia

GUADALAJARA, JALISCO (02/ENE/2016).- El glamour no siempre es tan glorioso ni la belleza tan beneficiosa. Esas son las ideas con la que Sandra Lorenzano escribió “La estirpe del silencio”, su más reciente novela en la que se adentra en las entrañas de Rita Hayworth, la famosa actriz que alcanzó las mieles del éxito dando por pago su inocencia, condenando su talento a la prostitución.

Sandra Lorenzano no sólo expone las vivencias de Rita como una protagonista, pues recorre México presentando a otras mujeres víctimas de la trata de blancas de aquel México que se asomaba al siglo XX y que eran traídas al país con ilusiones que se desmoronan ante un gobierno corrupto y latente de machismo.

“No quiero que sea una novela importante sólo para mujeres, sino también para todos. El gran tema que es la violencia en las mujeres, es un tema que debe ocuparnos como sociedad. Yo, como mucha otra gente en México, estoy triste, dolida y harta por esta violencia brutal de género; pensaba en lo que nos pasa como sociedad que no hacemos nada al respecto, me pregunté qué estaba haciendo yo para cambiar eso, era el momento de hacer algo más fuerte sobre el tema”.

De esta forma es como Lorenzano sitúa sus letras en la década los años treinta, época en la que comienzan a instalarse las redes de trata de blancas en América Latina: “Quise empezar la historia en Tijuana porque es una ciudad que me gusta mucho y nació con ese estigma de prostitución, de juego, de alcohol, de drogas, pero al mismo tiempo es una de las ciudades con mayor energía creativa que tenemos en el país”.

Tomando como referencia lugares emblemáticos como el casino de Agua Caliente, que llegó a ser el centro nocturno más faustoso de Latinoamérica, gracias al prestigio dado por los magnates de Hollywood que aterrizaban directamente en el sitio: “En esta investigación sobre Tijuana encontré que Rita Hayworth, la gran actriz, el símbolo sexual, debutó aquí como pareja de baile de su padre cuando tenía 13 años, quien había abusado de ella desde muy pequeña y la prostituía, no a cualquiera, no por dinero, sino para lograr que ella se volviera una estrella de cine”.

Realidades que conmueven

La escritora argumenta que a través de “La estirpe del silencio” se expone el silencio de la sociedad para abordar los temas de violencia, en especial, cuando se trata de la mujer y la familia: “Los jóvenes están necesitados de hablar de este tema, es algo silenciado, por eso la novela tiene la palabra silencio en el título, es de las cosas de que las que se considera que no está bien hablar, que como sociedad nos callamos, las escondemos, dan pena, así es como nace ‘La estirpe del silencio’ ”.

Sandra Lorenzano prefiere no pensar en el lector ideal. Considera que sus encuentros con éste han dejado experiencias sorpresivas que, tras las lecturas de sus obras, recurren a la escritora como una ventana de expresión para compartirle situaciones relacionadas a las que la autora manifiesta en sus textos.

“La novela, a diferencia de un ensayo, te llega directamente a los sentimientos, a la emotividad. Yo pensaba en un lector que fuera capaz de conmoverse con estas historias, eso tenía en la cabeza y el reto era escribir una novela capaz de conmover. Mi sorpresa ha sido, sobre todo con los lectores jóvenes, yo imaginaba que muchas mujeres pueden sentirse identificadas con estas víctimas”.