Domingo, 05 de Mayo 2024
Cultura | Poesía en los muros de la FIL

Rocío Cerón presenta su Diorama

Para presentar el poemario Diorama de Rocío Cerón, estuvieron los poetas Ángel Ortuño, Ricardo Castillo y Amaranta Caballero

Por: EL INFORMADOR

Rocío Cerón presentó su poemario en el marco de la FIL.  /

Rocío Cerón presentó su poemario en el marco de la FIL. /

GUADALAJARA, JALISCO  (02/DIC/2012).-  La mejor manera de hablar sobre poesía es con más poesía. Por eso, para presentar el poemario Diorama de Rocío Cerón (Ciudad de México, 1972), acompañaron a la autora tres poetas: Ricardo Castillo (Guadalajara, 1954), Amaranta Caballero (Guanajuato, 1973) y Ángel Ortuño (Guadalajara, 1969).

Antes de pasar la palabra a los presentadores, Cerón advirtió que el libro fue posible gracias a la Universidad Autónoma de Nuevo León, que publicó en co-edición con Tabasco 189.

"Para quien no conozca a Rocío", dijo Castillo, "hay que decir que su trabajo presenta una incesante intención de que el poema escrito se desdoble en acciones sonoras y visuales". El poeta detuvo ahí la explicación y pasó, mejor, a la lectura de su texto: Diorama de 13 esquinas. Lectura de un poemario oblicuo, vibración casi escrita pero fuera del papel.

"Transversal la lengua de la tríada. Goteo por hibridación. Huella, Rocío, Diorama. Rompevientos y bioquímica en la pleura de la escritura. La palabra como linde, como mandala o penumbra. Olores atrapados en la sílaba, al borde de lo oscuro y transversales como la tríada. Huella, Rocío, Diorama" (...)

"Al girar el diorama se pliegan y despliegan sus esquinas. Se habita 13 veces un ave oculta, un ave celofán. Y entonces las palabras en un mismo sitio son algo más que un solo sitio. Se escucha".

Después, Amaranta Caballero leyó un texto titulado: Todo cuerpo desnudo mata la teoría. O de cómo las hormigas deducen siempre el estado de las cosas. Diorama.

"En este libro la palabra, a manera de luz, ilumina metáforas e imágenes desde diversos ángulos. A veces de frente, a veces entre líneas, a veces ilumina de manera tal que es posible ver la sombra de las sílabas rítmicas. Unas veces solo por delante y otras por detrás".

Con palabras siempre poéticas, habló Caballero sobre las cuatro partes que componen el poemario: Pinhole, Sobrevuelo, Ciento Doce y Cuerpo Vibrátil. "Cada de una de estas secciones o finas capas, permiten en transparencia o a ratos en sonoridad, el trazo ajedreíco del bricolage. Movimiento".

"Creo, a decir verdad, que este libro trata de la relación entre el arte y la realidad", leyó la poeta ya hacia el final de su intervención. "La tradición de lo nuevo. Pájaros y moléculas. De algo efímero que marca. De vibración y trazo. De memoria histórica. De sonidos lenguas, partículas. Mandalas. Nunca jaulas. Ópalos, plumas, sangre, desconcierto, memoria, movimiento, trance, estalactitas, trance" (...)

Más en tono ensayístico e intercalando citas del libro de Cerón, Ángel Ortuño comenzó diciendo que, igual que en la cámara estenopeica -donde mientras menor sea el pinhole, mayor será la nitidez de la imagen-- "un pequeño poemario suele requerir mucho más tiempo de lectura que una voluminosa narración".

"Podríamos comparar la estructura del libro con la de una edificación", dijo Ortuño después. Sólo que en lugar de tener "las cuatro paredes del texto impreso", en la escritura de Cerón "los muros pierden su función estructural. Es decir, el peso de la construcción descansa sobre otros puntales y se adelgaza; se transparenta en vitrales".

Los presentes escucharon hacia el final de la presentación, un solo poema en la voz de su propia autora, quien leyó -y cantó-- Sonata Mandala al Ave Penumbra.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL

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