CIUDAD DE MÉXICO (29/MAR/2017).- Durante 41 años, el poeta y novelista mexicano José Emilio Pacheco escribió la columna semanal "Inventario", al principio en el suplemento “Diorama de la Cultura” y después en una revista nacional.Este año, los lectores podrán revisar y rememorar aquellos multitemáticos escritos que el autor de "El reposo del fuego" forjó de 1973 a 2014.Ordenados cronológicamente en tres tomos, Inventario puede ser catalogado como "uno de los libros más esperados de la literatura mexicana", señaló el escritor y periodista Juan Villoro en conferencia de prensa con motivo de la presentación de esta colección, acompañado del editor Marcelo Uribe."Durante mucho tiempo los lectores mexicanos crecimos y, no es exagerado decir, nos formamos leyendo el ‘Inventario’ de José Emilio Pacheco", a lo que agregó que en este proyecto logró "el raro milagro de combinar lo mucho que sabía con una manera absolutamente cordial de exponerlo".Asimismo, Villoro destacó que el motivo de la negación de Pacheco por reunir "Inventario", aun cuando éste recibiera varias solicitudes para realizarlo, jamás será conocido: "el hecho de que haya rehusado esta publicación se mantendrá, para nosotros, como un enigma, equivalente al del silencio de Juan Rulfo después de haber publicado Pedro Páramo y El llano en llamas. Tan misterioso es este asunto porque se trata del caudal narrativo más importante de la literatura mexicana, en lo que toca al volumen de las páginas y al rango de los temas que él tocó".Adelantó que en la obra se puede encontrar el "tono común de un cronista" el cual aborda temas cotidianos como los objetos que constituyen nuestra vida (La máquina de escribir, 1878-1978); autobiográficos; de la historia de México (Historia de federales y cristeros), acercamientos literarios, entre otros.Juan Villoro subrayó que algo peculiar, encontrado en la columna, es un laboratorio de los escritores que José Emilio Pacheco pudo ser."Por ejemplo, el novelista de aventuras. Hay una cantidad de ‘Inventarios’ que tienen que ver con temas épicos, con exploraciones, con escritores como Jack London; por otra parte, el autor de conjeturas en el futuro. No precisamente un autor de ciencia ficción, pero sí un autor contrafactual. Esto le gustaba mucho hacer a José Emilio, el pensar qué hubiera pasado si... Por ejemplo, si Álvaro Obregón no hubiera sido asesinado en 1928 en el restaurante 'La Bombilla'".Así, bosquejó cómo el espacio periodístico le sirvió al autor de Las batallas en el desierto para expresar su admiración por ciertos escritores y de su faceta como historiador, como es el caso de Antonio López de Santana."En uno de los ‘Inventarios’ dice: ‘falta una gran biografía de Santana’", lo que llevó a Pacheco a "recuperar unos cuantos apuntes de lo que aprendí en la escuela", para posteriormente hacer un "retrato maestro del dictador que hizo un funeral de Estado para su propia pierna".El periodista expresó que "editorial Era ha sido muy fiel a este carácter ecléctico del Inventario, que por supuesto permite muchas lecturas, lo podemos leer al modo de ‘Rayuela’, de Julio Cortázar, siguiendo los temas que nos interesan". Y añadió que estos libros "(son) el retrato de una mente, de sus curiosidades, es una obra fundamental de nuestra literatura".Por su parte, Marcelo Uribe agregó que el orden de "Inventario" se realizó cronológicamente ya que de no hacerlo así se habría hecho un desorden. Juan Villoro aclaró que el papel de José Emilio Pacheco fue el de "el curioso, el que quiere averiguar, el periodista" y que "cuando quería ser un especialista en un tema, realmente lo era".Durante la conferencia, Villoro obsequió el libro “La vida que se escribe”, generado en el marco de la inauguración de la cátedra "José Emilio Pacheco" en la universidad de Maryland, Estados Unidos, en diciembre de 2016, y el cual catalogó como una manera de introducirse a la obra de éste.La compilación fue realizada por Héctor Manjarrez, Eduardo Antonio Parra, José Ramón Ruisánchez y Paloma Villegas y coeditado por Era, El Colegio Nacional, la Dirección de Literatura de la UNAM y la Universidad Autónoma de Sinaloa.
