México, tierra prometida para la inmigración entre 1880 y 1914

CIUDAD DE MÉXICO (04/SEP72011).- Entre 1880 y 1914, durante el gobierno de Manuel González y las sucesivas administraciones de Porfirio Díaz, así como en el inicio de la Revolución mexicana, en el país se llevaron a cabo diversas modificaciones en las políticas migratorias encaminadas a dar mayor apertura a la inversión extranjera, pues se pensaba que esto facilitaría el proceso de modernización del país.

Esa es la tesis que la investigadora Delia Salazar, de la Dirección de Estudios Históricos del INAH desarrolla en su libro Las cuentas de los sueños. La presencia extranjera en México a través de las estadísticas nacionales 1880-1914.

“Es una visión de conjunto sobre la inmigración internacional llegada a México en un periodo en el que se dio el auge de las grandes migraciones transoceánicas que vinieron sobre todo de Europa y Asia”, comenta la investigadora en entrevista.

De 1880 a 1914, dice Salazar, fue el periodo de mayor apertura gubernamental para el aumento de los flujos migratorios en el país, pues fue el momento en que emigrantes europeos y asiáticos tuvieron una gran incidencia en México, tanto en su economía, industrias, comercio, actividades ferroviarias y petroleras, así como un gran impacto cultural, educativo y de salubridad, principalmente con la creación de colegios y hospitales.
“En esa época llegaron más migrantes a México debido al interés del porfiriato por atraer extranjeros porque se pensaba que el país estaba poco poblado”, dice.

“Es una revisión a los documentos y archivos con lo que en esa época se intentó contabilizar la llegada de inmigrantes al país, desde estadísticas, diario de viajeros, hasta la revisión de la obra académica que ya se ha hecho en torno el tema de la migración en México”, comenta la autora de esta publicación que es coeditada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Migración (INM).

Flujo migratorio
El arribo de esos grandes flujos de inmigrantes produjo efectos en la vida económica, social y política de nuestro país, dice la historiadora.
Señala, además, que esta investigación aborda el aspecto de los inmigrantes guatemaltecos que se asentaron en la zona del Soconusco, en Chiapas, situación aún vigente.

Delia Salazar asegura que, durante ese periodo, en México también hubo una importante presencia de habitantes de Europa del norte, entre ellos noruegos, suecos y alemanes. “Fue una migración asociada al interés de Europa por depositar su capital en México”, indica la historiadora.
Sin embargo, la historiadora asegura que pesar de la apertura de las políticas migratorias había preferencias hacia ciertas nacionalidades: “Se deseaba que llegaran más italianos o latinos porque eran más asimilables a las tradiciones del país”, dice.