Los bienes culturales, a la ''Lista Roja''

CIUDAD DE MÉXICO (05/JUN/2010).- Luchar contra el saqueo y la destrucción de los sitios arqueológicos, el robo de objetos de iglesias y museos, así como prevenir el tráfico ilícito es el propósito de la presentación de la Lista Roja de los Bienes Culturales en Peligro de Centroamérica y México, elaborada por un grupo de expertos de México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

El Consejo Internacional de Museos (ICOM) presentará el documento el próximo martes 8 de junio. La Lista Roja de los Bienes Culturales en Peligro de Centroamérica y México busca ser un instrumento que ayude a los museos, comerciantes de arte, coleccionistas, funcionarios de aduanas y policías en la tarea de identificación de objetos que pudieran haber sido exportados ilegalmente o ser susceptibles al tráfico ilícito.

La titular de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC),  Lilia Rivero Weber, indicó que como parte de esta tarea cuyo fin es salvaguardar la memoria histórica, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desarrolla el programa Prevención de Robo, Saqueo y Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, lo que ha posibilitado una mayor comprensión de la problemática a través de la capacitación de las autoridades para la detección de bienes históricos susceptibles de ser comercializados.

En el transcurso del año se han realizado cinco cursos en la Ciudad de México, Monterrey, Mérida, Hermosillo y Toluca, y habrá uno más en Guadalajara, Jalisco, en los próximos días.

Rivero Weber señaló que “estos talleres buscan orientar la manera de proceder, la forma como se pueden identificar las piezas con la ayuda de los especialistas”. Igualmente, en estos talleres la Coordinación Nacional de Asuntos jurídicos instruye en materia legal la manera de llevar a cabo estas diligencias relacionadas con la protección del Patrimonio Cultural.

En el pasado los cursos se hacían solo cuando alguna dependencia lo solicitaba, pero el INAH ha decidido estructurar un programa permanente tanto en las comunidades como con los encargados de templos religiosos.
Con los bienes en custodia de las asociaciones religiosas, que en su mayoría carecen de registro y eso los hace susceptibles de robo, “insistimos con las autoridades eclesiásticas, con los custodios de los edificios, la importancia de que registren sus bienes culturales y de que incrementen las medidas de seguridad para protegerlos”.