Homenajean en Bellas Artes el escritor Hernán Lavín Cerda

CIUDAD DE MÉXICO (26/AGO/2012).- Con la lectura de fragmentos de su obra literaria, elogios y felicitaciones, amigos y colegas rindieron hoy un pequeño homenaje al escritor de origen chileno Hernán Lavín Cerda (1939), en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En el marco del ciclo "Protagonistas de la Literatura Mexicana", los también escritores José Ángel Leyva y Fernando Corona celebraron al Premio Vicente Huidobro 1970, por su trayectoria como escritor y maestro; tributo que el poeta, cuentista y ensayista agradeció emocionado.

Al tomar la palabra, el homenajeado expresó su beneplácito y agradeció a sus compañeros, así como a autoridades de Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por la ocasión.

Enseguida, la moderadora del acto, Rosalía Chavelas, leyó unas palabras del poeta Héctor Carreto quien no pudo asistir pero envió testimonio de la relación que tuvo con Lavín y su obra.

Dijo que entre 1975 y 1976 cayeron en sus manos unos poemas, entre ellos "En Acolman no hay nadie", un poema de fantasmas de cuya fuerza, dijo, "está lleno de fantasmas y en repetir que las presencias no están ahí y sólo son ausencias".

Recordó que al principio sólo conocía a Lavín Cerda por versiones de ex compañeros inscritos en su clase, pero luego se interesó en su obra, tras leer un par de poemas suyos en una revista mexicana.

Así que se inscribió en la clase del homenajeado, quien fungía como profesor de la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM. Dijo que al igual que el resto de los compañeros de su clase, aprendieron de Lavín Cerda a reflexionar sobre la obra de autores hispanoamericanos como Julio Cortázar, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Gonzalo Rojas.

Señaló que la relación con el chileno rebasó los muros de las aulas, al asistir a todas sus lecturas en diversos foros culturales y "él también, se presentaba de manera puntual a las lecturas que ofrecíamos en público, las cuales servían como termómetro en nuestra ruta escritura"'.

De profesor, señaló, pasó a convertirse en nuestro amigo "y sería imposible recordar todos los sitios que he recorrido con él".

Al respecto, el también escritor Fernando Corona eligió el trabajo literario de Lavin, quien le enseñó a mirar con otros ojos la creatividad con la que se expresaba.

En su intervención, Corona recitó un par de fragmentos de la lectura de Lavin Cerda, la cual al final fue celebrada por los presentes.

José Ángel Leyva leyó un texto del escritor chileno Marco Antonio Ocampo en el que éste lo felicita y dice admirarlo y recordarlo con cariño.

Tras memorar gratos recuerdos en Chile, Leyva, según Ocampo, conversaban sobre la obra de autores como Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Nicanor Parra y Gonzalo Rojas, Manuel Silva Acevedo, principalmente.

Añadió que si alguien ha llevado bajo el brazo la poesía chilena por los caminos difíciles de México, ha sido él.

Hernán Lavín Cerda nació en Santiago de Chile, en 1939; es licenciado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, desde 1965. Becario en el Taller de Escritores Jóvenes, dirigido por Enrique Lihn en la Universidad Católica.

Pertenece a la generación del 60, conocida como la generación violentada, disgregada o del exilio. Desde 1974 es profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en el área de Letras Hispánicas.