Jueves, 16 de Enero 2025
Cultura | Literatura. Entrevista

Godofredo: una familia de puro invento

El escritor, jalisciense por decisión, crea bajo la consigna de que escribe lo que le gustaría leer, e imparte un taller literario todos los martes en el ex Convento del Carmen

Por: EL INFORMADOR

''Soy como un sastre, escribo a retazos. Me acostumbré a escribir a partir de las 11 o 12 de la noche porque ya no hay distracciones''  /

''Soy como un sastre, escribo a retazos. Me acostumbré a escribir a partir de las 11 o 12 de la noche porque ya no hay distracciones'' /

GUADALAJARA, JALISCO (24/AGO/2012).- Godofredo Olivares comparte el nombre de pila con un cruzado medieval, un rey y un duque. Con muchas otras personas comparte el calvario que sufrió de pequeño a manos de sus compañeros de escuela, quienes se burlaban de su peculiar nombre. No obstante, ahora como escritor, está orgulloso de ese distintivo. Es fácil de recordar.

Un día, mientras cursaba la secundaria, las historias que leía empezaron a desbordársele. La única cura para tan afortunado mal, fue escribir.  Convencido de que cada persona cuenta con algo que la distingue de todos los demás, se dio a la tarea de hallar 29 historias únicas en algún rincón entre la realidad y la ficción.

Con su más reciente libro, el escritor michoacano -aunque tapatío por adopción, desde hace muchos años- , se da a la tarea de recrear a toda una familia: la suya. Entre personajes que persiguen las nubes, aparecen en fotos junto a los Beatles y se quedan calvos sin razón aparente, Godofredo Olivares presenta una familia que bien podría ser la de todos los lectores. En entrevista, el autor se pasea por las raíces de sus Re/cuentos Familiares (Ficticia, 2011).

—¿De dónde surge la idea de los Re/cuentos familiares?

—A partir de la relación que se da entre los lectores y el escritor. Muchos lectores piensan o sienten que la historia que acaban de leer es parte de la vida del escritor. Eso llegó al extremo cuando los percibí tan cercanos a los escritores. No sólo le pasa a los autores, también a los actores o las actrices cuando los encuentran en un mercado y la señora le reclama a la actriz por qué es tan mala con fulanita, no era ella, es su personaje en la telenovela. Me llamó mucho la atención de que a veces los lectores percibieron que los personajes de mi historias eran parientes, amigos o gente cercana a mí. Fue cuando dije, voy a probar con esto, crearme una familia. Una familia mía y ficticia donde la gente pueda relacionarse con ellos. En estos 30 cuentos, hablo de 29 familiares, lo que no quise hacer fue ventanear a todos estos parientes nada más, por eso en el último aparezco yo.

—¿Cómo inició su amor por la lectura?


—Surgí como un niño lector atrapado en los comics y luego en los libros, aunque hay una gran diferencia entre una historieta con elementos visuales y el texto impreso.  Yo vivía en un edificio de departamentos, en ese entonces los cuartos de servicio estaban en la azotea, la ropa se tendía en jaulas grandes, para evitar robos. El cuarto de servicio de mi familia era una bodega para guardar cosas usadas. Mi familia no era de lectores, entonces todos los cuentos, los libros estaban guardados ahí.  Cuando tenía seis o siete años le pedía a mi mamá que me encerrara en el cuarto de servicio en vacaciones, porque la condición para subir a leer era que me encerrara bajo llave, porque tenía miedo de que me subiera a la azotea y me fuera a caer. Me subía en la mañana, me encerraban, iba por mí a la hora de la comida. Cuando terminaba de comer me subía otra vez.  Podría parecer un castigo, pero para mí era un lujo fascinante estar ahí. En la noche bajaba con mis libros, podía haber bajado antes, pero también se trataba de estar aislado en mi propio mundo.

—Incursiona en el ensayo, ¿por qué le gusta escribir ese género?

—El ensayo ha evolucionado, ahora se fusiona un poco con la parte narrativa también. Hay un libro completo de Juan José Millás que se llama Articuentos, que son artículos periodísticos mezclados con cuentos.  Existe una fusión o un pequeño traslape entre un género que antes se encajonaba en moldes definidos y ahora se puede fusionar.  También un género que da mucha libertad.  Llegué  al ensayo por la gran curiosidad que tengo desde niño y he volcado a tratar de entender el mundo en el que vivimos.  A curiosear en hábitos que tenemos y que de repente me pregunto de donde surgieron. Por ejemplo, ¿por qué aplaudimos? ¿desde cuándo se aplaude? ¿Por  qué se aplaude? Eso me llevó a investigar una parte, otra fue porque muchas lecturas me dan pistas me van regalando estos pequeños orígenes o hilos para generar y desentramar un misterio para mí. Cuando me invitaron a hacer un artículo periodístico semanal en un suplemento de cultura platicaba de cosas muy cercanas a nosotros, como son los objetos que nos rodean y los comportamientos humanos. Cada domingo iba publicando sobre los tenedores, las corbatas, los zapatos, las miradas, las caricias,  las arenas, los laberintos, etc. pero lo quise hacer no como un diccionario frío, o que definiera las situaciones sino mezclar la parte de la superstición, la ciencia y el arte, la literatura. Entonces incluía un verso o un pasaje que fui uniendo en  mi texto para irlos eslabonado y hallar destellos en los objetos, para compartirlos con los demás, mostrando esas partes.

—¿Esa curiosidad por el origen de todas las cosas se refleja en Re-cuentos?


—En parte sí, siempre estoy buscando hallar ese pequeño destello a la historia que marca la vida de un personaje.  Hay situaciones que los hacen únicos entre los demás. Por ejemplo, te voy a confesar cómo surgió la historia de la tía Cathy. De joven me tocó escuchar mucho en la radio al gran cuarteto de Liverpool, el otro día estaba viendo en la televisión un documental de su llegada a Nueva York, así como lo cuento en mi texto aparece esta aeromoza saludando a las hordas de jóvenes, entre Lennon y McCartney. Sentado frente al televisor me dije ¿y esta mujer, quién es? Pasó a la historia, salió en todas las portadas de diarios y nadie sabe quién es, le voy  a hacer su historia y va a ser mi tía Cathy.  Entonces armé toda una historia con base en la aparición de esa mujer en la televisión.  

—¿Cuál es el mejor libro para empezar a leer?

—El francés Daniel Pennac hizo un pequeño decálogo de los derechos del lector. Entre estos destaco el de abandonar el libro, tenemos una formación que dicta que libro que abres debes concluirlo y no debería ser así. Es como probar un alimento que no te gusta o está echado a perder, no tienes por qué terminártelo, pasa lo mismo con un libro, si no te gusta o no está hecho para ti, puedes abandonarlo y empezar otro. Los libros son como espejos, el lector ve y encuentra lo que puede y quiere ver, si leemos el mismo libro al mismo tiempo yo tengo uno y tú lees uno diferente, depende de cada quien.

Mi recomendación ante un lector es que disfrute, se sumerja en el libro. Como degustar un platillo. Si te gusta termínalo, si no abandónalo. Otro de los puntos también es si el lector ser cercano a lo que lee, si un chico muy urbano lee un libro de gente del campo tal vez no entre en contacto con su vida, la literatura es sobre crear un contacto. Recomiendo leer algo cercano a su realidad. Por fortuna el sistema educativo se ha reformado en ese aspecto. Antes era obligatorio leer la Celestina, El Quijote, el Elogio de  la locura, todos eran libros pesadísimos para un chico que no le interesaba. Tal vez si ahora le das a un chico Drácula o Frankenstein le  parezca soso, los chicos de ahora necesitan más adrenalina, su mentalidad ya está muy evolucionada, necesitan  más para emocionarse.

—¿Cuál es su método para escribir?

—Soy como un sastre, escribo a retazos, primero hago las mangas, luego el bolsillo, etc. hasta que un día me siento y lo junto todo. No tengo manías, aunque me acostumbré a escribir a partir de las 11 o 12 de la noche porque ya no hay distracciones. Tengo una consigna propia que dice: yo voy a escribir lo que me gustaría leer.

—Para los autores jóvenes ¿Es más fácil abrirse paso ahora?

—El internet te da muchas nuevas posibilidades, tienes contacto con editoriales que no conocías,  puedes participar en más concursos literarios que antes no sabías que se realizaban. El hecho de que levantes un texto en internet te da mucha difusión, tienes la oportunidad de que tu texto llegue a manos de gente que tal vez se interese en publicarte.  Hay más escritores, pero también más editoriales, más becas, más oportunidades. Aunque también el azar es importante, te abre las puertas, pero tienes que estar en el lugar apropiado con la gente correcta.

—¿Qué es lo mejor de ser escritor?

—Poder generar algo que surge de ti, en esta comunión de mente y corazón. Verlo plasmado en letras que luego llegan a manos de una persona muy ajena a tu vida la cual entra en el mundo que creaste. Cuando la gente te dice, este personaje soy yo o es mi abuelita, verlos disfrutar de esa lectura es un gran placer. Saber que a alguien le gustó lo que creaste.

PERFIL
Cuentos y ensayos


Godofredo Olivares nació en Morelia y radica en Guadalajara desde 1979. Es odontólogo de profesión y su trayectoria literaria se inicia a partir de fervorosas lecturas y de intervenir en los talleres de narrativa de la Sociedad General de Escritores de Guadalajara (Sogem) y del Instituto Cultural Cabañas. Ha sido conferencista, colaborador de revistas y programas radiofónicos y columnista de periódicos nacionales. Fue becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco, y del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Michoacán. Tiene publicados dos libros de cuentos: Recuerdos creados (1995), dentro del Fondo Editorial Tierra Adentro del Conaculta y Puertas adentro (2001), en la editorial Arlequín. Y dos libros de ensayos breves: Brujulario (2005), editado por la Universidad Veracruzana; y Objetos ¿conocidos? (2007) en Ediciones Tecolote.

PARA SABER
Escritor tallerista


Godofredo Olivares imparte el taller Amparo Dávila en el Exconvento del Carmen. El grupo de lectura y creación literaria de reúne todos los martes de las 18:30 a las 20:30 horas. No tiene costo y cualquier interesado en acudir puede inscribirse.

La página Web del autor es:  http://godofredoolivares.com/

Facebook:  www.facebook.com/godofredo.olivares

EL INFORMADOR/EDNA MONTES

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