Sábado, 04 de Mayo 2024
Cultura | El espacio abrió sus puertas desde temprano y, en promedio, han ingresado mil asistente

FIL Niños, cerca de nuevos lectores

El espacio abrió sus puertas desde temprano y, en promedio, han ingresado mil asistentes por hora

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2013).- Niños, jóvenes y adultos. Todos ingresan con la misma ilusión, buscando experimentar la magia de las letras, en un espacio hecho especialmente para los pequeños, pero que disfrutan las personas de todas las edades.

FIL Niños es una sección en la que los menores se pueden involucrar en el mundo de las letras, aprender a través de talleres y disfrutar de espectáculos acordes a su edad.

En la apertura de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara la afluencia de personas ha sido importante y en la zona de FIL Niños no ha sido la excepción. El espacio abrió sus puertas en punto de las 10:00 horas, y desde entonces el ingreso a la misma ha sido importante, con un promedio de mil asistentes por hora.

Las sonrisas y el buen ambiente reina entre quienes recorren los pasillos del lugar: niños de la mano de sus padres y jóvenes curiosos alzan la vista hacia los stands de las editoriales y buscan saciar su necesidad de letras.

A lo largo de dos pasillos se ubican 18 talleres para menores desde los tres hasta los 16 años, cada uno de ellos con sus funciones específicas pero con un mismo objetivo, el de brindar una experiencia enriquecedora para los pequeños.

Los padres de familia experimentan la misma satisfacción que sus hijos, hay quienes vienen por primera vez y se quedan maravillados con el aspecto del lugar, hasta se sorprenden de haberse perdido esta experiencia en años anteriores.

En los stands, niños y adultos observan y comparan o llegan por algún libro en especial; los stands más coloridos son los primeros en llenarse lo que le da un toque especial a este espacio y en donde los expositores ven como sus expectativas son superadas y así esperan que sea a lo largo de toda la fiesta de las letras.

Algunos llegan directo a comprar sus libros, a participar de los talleres o a disfrutar de los espectáculos, pero siempre hay algo en común, todos se van con la ilusión de regresar un día más.

EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ

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