Eugenia Arenas acerca a Madrid la noche del cabaret mexicano

MADRID, ESPAÑA.- La fotógrafa mexicana Eugenia Arenas presenta en Madrid (España) el trabajo que ha realizado durante los últimos años para rescatar y hacer memoria de los cabarets fundados en el país en los años 50, donde se les cobraba a los parroquianos por melodía bailada o por cada bebida a su salud.

Escotes con billetes de 500 pesos, piernas al desnudo y humo de tabaco son algunos de los detalles que la artista plasma en su exposición Amor de cabaret, la noche de México en la Casa de América de la capital española.

Esta muestra, en la que Eugenia Arenas presenta un resumen de las más de 80 fotografías que tomó en tres establecimientos del Distrito Federal, es "una despedida a los cabarets y a la manera de divertirse que existía antes en México", en palabras de la autora.

Cuenta que "entre los años 30 y 50 existían cerca de 100 cabarets en la Ciudad de México. La gente iba a bailar y había orquestas en estos lugares surrealistas maravillosos, pero ahora casi no se pueden encontrar. Quise ver que quedaba de los cabarets de entonces y recrearlos".

La fotógrafa se encontró con que "El Bombay", "El Run Run" y "El Barba Azul", de los cuales ya solo queda abierto este último, eran cabarets originales que "hasta conservaban el tapiz de 50 años atrás".

Añade que "cuando llegué me encontré con mujeres maravillosas, madres solteras, hijas o estudiantes que bailando viven y mantienen a su familias. Son como actrices que llegan al cabaret, se cambian, se ponen guapas y dejan sus problemas afuera".

Noches intensas

La exposición ofrece fragmentos de noches vividas y retratadas intensamente en "El Bombay", "El Run Run" y "El Barba Azul". Los propietarios, los parroquianos y las ficheras de los tres cabarets son los protagonistas de esta exposición que ya ha viajado a San Francisco y Los Ángeles, en Estados Unidos, con éxito de público y crítica, y que llega ahora a Madrid después de que Eugenia Arenas fuera invitada por la Secretaría General Iberoamericana para presentar la serie en España.

En las fotografías, figuran los rituales para la buena noche, los cantineros preparando bebidas impredecibles, los servidores del baño y las "mamitas", esas abuelas que procuran la cena y el arreglo de las muchachas.

Amor de cabaret, la noche de México reúne 30 imágenes en blanco y negro en formato análogo, captadas con una cámara mecánica de 35 milímetros y con revelado manual. La fotógrafa utilizó solo luz de ambiente (sin flash), forzado de la película y reventado de grano, creando texturas inéditas.

Eugenia Arenas señala que la idea nació a partir de un reportaje que hizo hace cinco años para rescatar estos espacios, cerrados por los partidos políticos, por falta de dinero o de público -"hoy los chavos se divierten de otra forma", manifiesta-.

Una de las intenciones era dejar un testimonio del México de hace 70 años. "La tradición de los cabarets en el país era ir a divertirse y a bailar sanamente. Si vas a uno de ellos, te sales corriendo porque son muy locos o te quedas ahí maravillado, como yo", recuerda y agrega que "fue muy divertido" hacer las fotos.

Reivindicación

Eugenia Arenas reivindica el derecho al trabajo de las cabareteras, a ejercer con libertad y sin satanizaciones el oficio al que muchas de ellas, por diferentes circunstancias, fueron obligadas. Mujeres que no han perdido la nobleza que da el bailar para comer y el beber para olvidar.

"Hice mi trabajo con mucho respeto. Es un homenaje a todos los que trabajan de noche, porque eso es muy duro. En un país en crisis, muchas de estas personas, semianalfabetas, tienen que trabajar en algo. Son como actrices y me sorprendió un poco porque yo tenía otra idea sobre ellas", confiesa.

Con Amor de cabaret, la noche de México (2009), Eugenia Arenas cierra una trilogía de aventura nocturna, estética y testimonial, de la que forman parte también las series Las reinas del Bombay (2004) y Los secretos del Run Run (2005).

Además de su trabajo documental de los cabarets, Eugenia Arenas ha desempeñado tareas como fotorreportera, fotógrafa de artes escénicas, de poetas y novelistas. Sus obras se han exhibido en muestras individuales y colectivas, tanto en México como en el extranjero.

"La tradición de los cabarets en México era ir a divertirse y a bailar sanamente. Si vas a uno de ellos, te sales corriendo porque son muy locos o te quedas ahí maravillado, como yo", Eugenia Arenas (fotógrafa)