Dicho proyecto fue encabezado por la Coordinación Nacional de Conservación de Patrimonio Cultural (CNCPC), con el propósito de restaurar y conservar el retablo de madera con cubierta dorada que mide 4.83 metros de alto por 4.28 de ancho, el cual presentaba pérdida de elementos estructurales así como modificaciones. La restauración de la obra anónima de estilo barroco salomónico construida a principios del siglo XVIII consistió en revertir las afectaciones que tenía la obra por la gran cantidad de intervenciones pasadas. De igual forma, se repararon seis esculturas correspondientes a San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San José con el Niño, la Virgen con el Niño y el Padre Eterno, las cuales estaban ubicadas en sus nichos flanqueadas por columnas salomónicas. A través de un comunicado del INAH, el restaurador perito adscrito a la CNCPC, Pablo Vidal Tapia, dijo que los fragmentos correspondientes a la reposición de las piezas estructurales faltantes se elaboraron con madera de cedro. Respecto a las esculturas, informó que se eliminaron los parches o enlenzados que cubrían el 80 por ciento de los nichos, y, además, se restauró la madera carcomida con la colocación de injertos, explicó, al añadir que especialistas de la CNCPC fumigaron el retablo para eliminar termitas y otras plagas. "Faltaban partes como los largueros y las trascolumnas, que van por la parte posterior de las columnas salomónicas, obligando a que las piezas se adosaran directamente al muro como unidades independientes, sujetas con cables de acero", lo que significó que las piezas estuvieran desalineadas, detalló.