El sentido que nos toca

GUADALAJARA, JALISCO (24/NOV/2011).- Siempre he dicho que no es el qué, si no el cómo y tratándose de teatro, incluso, el con quién. Es cierto, que Herta Muller en nuestras tierras no es la escritora más conocida ni la más famosa, es decir no es Gabriel García Márquez o el mismo Vargas Llosa. Una mujer rumana que escribe en alemán ¿les suena? Sin embargo, y lo digo tomando en cuenta la voz de sus detractores, su literatura compleja es profunda y humanista, con tintes autobiográficos y con un afán de liberación que va de lo personal a lo universal y viceversa. ¿Cómo saber a Herta? Pues sí, leyéndola y cómo acercarla al gran público del Teatro Diana, pues con la incursión de grandes actores de la escena. Estaba programado para compartir el escenario con la Premio Nobel de Literatura 2009 el actor Daniel Gimenez Cacho. Sin embargo y esa fue una sorpresa para mí,  vendrá en lugar de Gimenez Cacho el señor actor Arturo Ríos, ganador del Ariel por Cuento de hadas para dormir cocodrilos. Que si bien es menos famoso que Cacho es un sólido animal escénico, que por cierto, según medios nacionales está presentando la puesta en escena Los Baños en los sanitarios precisamente del Palacio de Bellas Artes.

La dicotomía entre el teatro y la literatura. La sensación de intentar llevar la complejidad y la reflexión al público masivo. La idea me recordó cuando Gael García Bernal se presentó en el mismo escenario leyendo la obra del portugués José Saramago, quien efectivamente sólo leía, pero era un disfrute verlo en escena.

El poder de las palabras de Herta Muller es indiscutible. El poder del hecho escénico y la transformación de la realidad en un escenario, es la seducción natural, para la conmoción del espíritu. Generalmente soy enemiga de las lecturas dramatizadas, casi nadie termina de escuchar una obra que se hizo para ser actuada NO para ser leída. Al teatro no se va a escuchar (o no siempre) se va a sentir. Sin embargo  Mulller es una autora que nos queda lejos –como público masivo- que aún con la relectura de su ficha biográfica no sabemos por qué es rumana y escribe en otro idioma o qué fue la Securitat. Que sean pues Arturo Ríos quien logre que sus palabras nos toquen. Arranca la FIL y cumple 25 años.