La exposición signfica un esfuerzo de colaboración entre la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC), el ICC y la Galería Hilario Galguera, instancias que reconocen la colaboración del Congreso del Estado en la Entidad por haber otorgado el año pasado una partida de recursos —de ocho millones de pesos— que hizo posible llevar a cabo el proyecto.Relectura de los espacios La intervención, en palabras de Myriam Vachez, titular de la SC, representa “una relectura de los espacios” tradicionales del Instituto Cultural Cabañas, una forma de “faltar al respeto con todo el respeto” pues, a través del lenguaje plástico, se “desmitifica” la obra monumental que es el hospicio que, por otra parte, durante todo este proceso se encuentra “bajo supervisión constante del INAH —Instituto Nacional de Antropología e Historia—”, lo que brinda la seguridad de que “no se está afectando el edificio”. Esta serie de intervenciones se ubicarán en un total de 18 patios del inmueble —salvo los que ocupa la Escuela de Música— y la Capilla Tolsá, en las que podrán apreciarse los elementos que han caracterizado la labor de Buren a lo largo de más de cuatro décadas de trabajo: sus habituales líneas de 8.7 centímetros de ancho, construcciones geométricas, colores vivos, uso de espejos y sus conocidas “cabañas estalladas”, todo en función de general “una nueva lectura de las cualidades constructivas, históricas y sociales del Cabañas”, como señaló Mauricio Galguera, representante de la fundación y galería que representa en nuestro país al artista. Orígenes, asombro y expectativas De un patio a otro: laberintos es una inicitiva que tiene su origen hace muchos años, según Galguera, a partir de una visita que hizo Buren a México en 1957, cuando apenas era un estudiante de artes; así, la “enorme capacidad crítica y analítica” del francés le permitió descubrir la unicidad del país, fascinarse con el muralismo y, tras su regreso a Francia, “impulsar un movimiento artístico que buscó transformar los museos mediante intervenciones que generaron un lenguaje visual que invitan a una nueva interacción entre el ser humano y el arte”. Por lo que toca a Buren —imbuido en su trabajo y con la sensación de “estar siempre retrasado”— se encuentra dedicado el día completo a la instalación, consciente del “espacio magnífico” que reresenta la antigua construcción, “asombrado por los patios y las estructuras” del edificio, todo lo cual contribuye a que sea “un reto la intervención”. Asimismo, se espera que esta exposición monumental permanezca por espacio de seis meses en el “edificio icónico” de la ciudad, además de tener “una repercusión en el turismo”, ya que, dice Galguera, por las características del proyecto “puedea atrer visitas internacionales”. PERFIL Un artista de intervención Daniel Buren (Francia, 1938) es el artista plástico a quien se debe la definición contemporánea de trabajo “in situ”, práctica a la que recurren artistas interesados en explorar la relación existente entre el contexto arquitectónico- espacial y las manifestaciones visuales. Con más de 40 años de trayectoria, su trabajo se centra en la intervención de espacios públicos y edificios históricos; envuelto en algunas polémicas por su obra (la más conocida, en 1989, en el Palais Royale, de París), también ha merecido retrospectivas por museos tan prestigiados como el Guggenheim (Estados Unidos) y el Centre Georges Pompidou (Francia).