El Río Santiago en el Bosque Colomos

GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2014).- Tras su paso por la música sinfónica, al tapatío Armando Castro se le desbordó la sala de conciertos. Tuvo que girar su cabeza y encontrar otro mecanismo para expresar sus inquietudes políticas. Afortunadamente, a su rescate vino el arte sonoro y después el arte visual.

"La música siempre está ahí... pero me absorbió el arte sonoro", aclara antes de continuar. Y para demostrarlo, el próximo domingo 25 de mayo ejecutará una instalación en el Colomos como parte del proyecto "Sonoridades en el bosque", de la Secretaría de Cultura de Guadalajara.

La de Armando Castro es la tercera sesión del programa. La primera se llevó a cabo el 6 de abril y corrió a cargo de Esteban de la Monja, mientras que la segunda fue de Óscar Rojas el pasado 4 de mayo.

La obra de Castro nació a partir de una pieza que hizo para el Museo de la Ciudad el año pasado, titulada "Cuando el río suena", que consistía en una instalación en donde dos bocinas "conversaban" a través de grabaciones distintas: una hecha en donde nace el Río Lerma- Santiago, en Almoloya del Río, Estado de México; y la otra en Nayarit, donde el afluente desemboca al mar.

"Siempre he trabajado con el sonido de una manera muy material, pero cuando llegué a Almoloya del Río había gente del pueblo interesadísima en que se difundiera su problemática. Ahí brota el río, hay un montón de agua, pero la entuban y se la llevan al DF. La gente estaba muy indignada y con ganas de platicar, y pues yo tenía todo ese material y me salió un poco periodística la pieza, porque no quería dejar de meter lo que ellos estaban diciendo".

El próximo domingo, Castro reproducirá ambos audios en el área de la presa del bosque, y además habrá un performance donde un orador leerá en voz alta unos textos de denuncia escritos por integrantes del Comité "Un Salto de Vida", organización que lucha por el saneamiento del río y el trato digno de las personas que viven en el municipio de El Salto y resultan afectadas por su alto grado de contaminación.

"Se van a leer los textos y yo voy a improvisar un set con un radio de onda corta y un motor de reproductor de casete. Es un experimento en el sentido de que lo quiero hacer como una manifestación política, de denuncia, pero también algo musical, crear una situación favorable para divulgar esto que me interesa".

Congruencia artística

Armando Castro no se toma a la ligera su interés por la política. En su trayectoria también ha hecho piezas sobre el conflicto separatista del País Vasco, en España, y la problemática entre Israel y Palestina, así como otras relacionadas con la agricultura y la vida rural.

Eso lo obligó a dejar atrás algunas cosas, entre ellas la urbe, pues se mudó a Tala, donde vive de la manera más orgánica que le es posible: en un huerto y con algunos animales.

"Critico la tecnología, la ciudad, y no me parece coherente criticarla y vivir aquí. No anhelo la autosuficiencia pero sí generar formas de vida distintas. Tengo muchas piezas que van con esa temática de la vida rural, de la contaminación de la comida, de los transgénicos".

Aunque está consciente de que en la civilización actual es muy difícil desconectarse por completo de los sistemas económicos de producción, le parece que hay que hacer lo más que se pueda para vivir conforme a sus principios, pues en el arte, como en todos los ámbitos, sobran las "tomaduras de pelo: anarquistas que viven de subvenciones del Estado".

SABER MÁS

"Sonoridades en el bosque" con Armando Castro / Domingo 25 de mayo a las 12:00 horas / Presa del Bosque Colomos / Entrada libre.

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS