De iglesia a centro de exposiciones y a hotel de lujo

BRUSELAS.- Con una gran exposición de arte contemporánea, la histórica Iglesia del Gesu, en un barrio céntrico de Bruselas, se despide este fin de semana de su áurea divina, mientras se prepara para prestar su gracia a un hotel de lujo.

Casi 40 artistas plásticos, ilustradores, grafistas y pintores se adueñarán el próximo sábado del edifico y lo transformarán en una instalación rica en colores, luces y videos, acompañados por un dj apodado Hell, nada de ello dignos del típico papel de una iglesia.

"La idea era, sobretodo, proporcionar un sitio del que los artistas pudieran apropiarse por completo. La iglesia está desacralizada ya hace un rato", se disculpa Bertrand Jacques, uno de los organizadores de la exposición Plastic.

"Para todos es una oportunidad de experimentar en un entorno que vemos siempre un poco insólito", subrayó.

No es la primera vez que la Iglesia del Gesu acoge una muestra de arte, pero Plastic se permite más osadías por ser la despedida artística de la nave, agregó.

A medio camino entre las instituciones de la Unión Europea y el centro de la capital belga, dentro de pronto el edificio tendrá sus 22 mil metros cuadrados transformados en 150 habitaciones y su subsuelo acondicionado para acoger 177 plazas de estacionamiento.

El proyecto, del grupo suizo Rosebud Heritage et Building & Engireering, que compró el inmueble de los curas jesuitas en 2007, cuenta con el aval de la Comisión de Monumentos de Bélgica, un hecho considerado "fuera de lo común" por la prensa belga.

Los trabajos están programados para empezar aún este año, tan pronto se oficialice la aprobación de las obras.

La única condición impuesta por el ayuntamiento de Bruselas es que se preserven las características patrimoniales del edificio construido entre 1860 y 1865.

"Hemos tomado todas las precauciones para restaurar la iglesia de manera idéntica", aseguró al diario "Le Soir Christian Sibilde", uno de los arquitectos del proyecto.

Sibilde cuenta que la entrada del hotel se hará por la parte trasera y los clientes deberán atravesar el imponente jardín interior antes de llegar al lobby, que se situará donde estuvo una vez el altar.