Borrados por la butoh

GUADALAJARA, JALISCO (04/ABR/2013).- “Borrarte, para poder ser otro, para poder hacer un cuerpo; morir todos los días para rehacernos”, enuncia la bailarina Alfonsina Riosantos (Guadalajara, 1973) para explicar lo que plantea la danza butoh.  

La coreógrafa, que impartirá un taller sobre la disciplina de origen japonés a partir del 9 de abril, indica que hay desconocimiento sobre ésta: se le confunde incluso con la danza experimental.

“Ambas son producto de la modernidad, pero la danza experimental se nutre de muchas otras técnicas”, apunta.   

“El planteamiento principal de la danza butoh es un renacimiento, es borrar cualquier circunstancia de vida, es vaciar el cuerpo, crear uno nuevo. Vaciarlo de cualquier identidad, de cualquier experiencia, de cualquier huella que te haya dejado una historia”.

El primer contacto de Riosantos con el butoh fue cuando estaba en la compañía de Lola Lince. Cuenta que viajaban a Xalapa y la Ciudad de México para instruirse al respecto; uno de sus maestros fue Ko Murobushi.  

“Mi encuentro fue inminente (sic). Cuando conocí todas las posibilidades de un cuerpo y sobre todo este objetivo de volverte nada y la relación con la muerte que plantea claramente el butoh, me fascinó. Esta deformidad y esta fascinación por energías oscuras, siempre buscando la luz, pero a través de la oscuridad, por eso le llaman danza de la oscuridad, porque tiene mucho que ver con ir hacia los fondos oscuros del ser humano”.

La tapatía se asume como artista butoh desde hace cuatro años, aunque fue en 2001 que dejó la compañía de Lince, para trabajar sola. Uno de los productos de la danza nipona es Pinturas en exhibición (2010), montaje de Riosantos basado en la obra musical del compositor ruso Modest Mussorgsky.

Crear escuela

Desde tiempo atrás Alfonsina anhela “crear una escuela” de danza butoh. Dice que, en Guadalajara, sólo ella y Sandra Soto utilizan la técnica; en México y Latinoamérica son pocos los que se dedican a ella.

“Me interesa aportar. Abrir un centro de investigación de butoh, para niños y para adultos. Es un movimiento que aún se está gestando —nació en los cincuenta—. Se me hace interesantísimo cómo se puede aplicar al mundo lúdico de un niño, siendo una técnica tan fuerte”.

¿Qué enseñará en el taller? “El planteamiento es vaciarnos. ¿Cómo? A través de diferentes temas que voy a trabajar. El trabajo es muy gestual, vamos a procurar encontrar el gesto a manera muy personal, no a través de una forma preconcebida”.  

La energía también será materia de estudio: “Otro principio butoh es cómo dosificar la energía, cómo lanzarla, cómo contenerla, cómo conducirla para hacer algo”.

Esta será la segunda vez que la coreógrafa imparta un taller de butoh. Las clases seguramente se verán nutridas por una experiencia reciente de la bailarina.

El año pasado, en Ecuador, acudió a un primer encuentro de danza butoh en América Latina. Ahí encontró que, por ejemplo, los chilenos mezclan el teatro político, con rituales prehispánicos, y otros aspectos que hicieron que se cuestionara por su ejercicio dancístico. “Era muy intenso. Fue muy fuerte y necesitaba pensarlo”.

Después de discernir y procesar lo que en el encuentro observó, explica su propia concepción del butoh: “Siempre he tenido una obsesión o fascinación por el cuerpo y el fundamento mayor de mi danza es la obsesión por la deformidad, por el cuerpo, entonces no me planteo si tiene una identidad, es simplemente un cuerpo, atemporal, libre de cualquier circunstancia, que se expresa”.

En su trabajo, revela, le gustan los espacios particulares, oscuros, cerrados, las sombras; que el público esté cerca. Se nutre, sobre todo, de la pintura y la lectura.

“No es nada sencillo abrirse paso aquí (en la ciudad) ni en todo México con una técnica así, porque los espacios están diseñados para otro tipo de danza o manifestaciones”, subraya.

Y luego agrega: “Foros los hay, pero no hay público todavía y desgraciadamente no se cuenta con la difusión necesaria”.  

Actualmente Alfonsina Riosantos prepara un nuevo montaje junto con Elisa Soto. Dice que si el grupo del taller resulta bueno, se plantea crear un espectáculo con sus miembros.

PARA SABER
Los días y las horas del butoh

Taller de danza butoh

Fecha: El taller es trimestral. Inicia el 9 de abril, con dos horarios: martes y jueves de 08:30 a 10:00 horas y miércoles y viernes de 17:30 a 19:00 horas.

Costo: 600 pesos por mes.

Cupo: 10 personas.

Lugar: Colonias 457, Colonia Americana.

Dirigido a: actores y bailarines.

Mayores informes:

alfonsinariosantos@yahoo.com.mx.

PERFIL
Coreógrafa y bailarina

Alfonsina Riosantos nació en Guadalajara en 1973. Comenzó sus estudios en danza contemporánea y ballet clásico en la Universidad de Guadalajara.

Durante cinco años, hasta 2001, fue miembro de la Compañía de danza experimental de Lola Lince, en donde aprendió danza butoh.

Es creadora de las coreografías: Postmortem (2002), Santa Inocencia (2004), Nostalgia de Eros (2005), Autorretrato (2007), Efímera (2008) y Pinturas en exhibición (2010).

Ha participado en algunos de los más importantes festivales de danza a nivel nacional e internacional.