Bibiana Camacho, tras las huellas de su olvido

GUADALAJARA, JALISCO (12/SEP/2010).- Lo que en un principio sería un cuento, terminó siendo una novela que a Bibiana Camacho (Ciudad de México, 1974) le tomó dos años escribir. Tras las huellas de mi olvido es una historia que refleja el vacío y el tedio de una generación que vive en la inmediatez de la vida.

Luego de haber obtenido una mención honorífica en el Premio Juan Rulfo de primera novela 2007, Bibiana Camacho envió el texto a la Editorial Almadía y tuvo suerte, aunque entonces ya no estaba interesada en su publicación.

“Fue un proceso largo. De cuando la entregué a cuando me avisaron que publicarían Tras las huellas de mi olvido. En principio pensé que era algo para un futuro muy lejano y cuando me enteré hasta les dije, ‘si quieren ya no la publiquen’, porque me la mandaron y al volverla a leer me espantó un poco porque hay muchos detalles personales”, afirma en entrevista la ex bailarina de danza contemporánea que firma sus trabajos literarios con el nombre de su abuela, “porque siempre me pareció un gran personaje literario”.

En la primera novela de Bibiana Camacho, la convicción de haber perdido un recuerdo muy importante lleva al personaje principal, Etél, a vivir una semana crucial, en la que aparecen sueños absurdos, lenguaje certero -frases cortas y contundentes- y encuentros chuscos y fantasmales.

“Me llevó 10 meses construir la primera parte del relato, cuando todavía era un cuento y estaba en un taller de narrativa. Después fue creciendo solo, pero luego lo dejé guardado en un cajón como medio año, hasta que lo volví a retomar y lo terminé, así que tardé dos años en terminarlo”, señala la autora de Tu ropa en mi armario, libro de cuentos publicado este año.

El olvido como pretexto

Salir de casa, tener la duda de si la estufa está apagada y regresar a confirmalo, así como haber subido al autobús, pensar si la puerta está cerrada con seguro y volver para introducir la llave y comprobar que efectivamente está bien asegurada, son situaciones comunes que confunden al ser humano.

“Es algo muy común en todas las personas. Al menos a mí me ha pasado varias veces que salgo de casa y siento que se me olvida algo muy importante como apagar el gas o la luz. Regreso y resulta que no, que todo está en orden, pero es una sensación muy fuerte y a veces durante el día se diluye un poco, pero en la novela quería que esta situación fuera más contundente. Y es lo que le pasa a Etél, que lejos de que  la sensación de que olvidó algo se diluya durante el día, va creciendo y se aferra a ella. Tanto el olvido como la memoria me parecen muy importantes, porque son estrategias de supervivencia”, expresa Jenni Jiménez, nombre real de la novelista.

De cuando comenzó a crear la historia de Etél en la Ciudad de México, la escritora pensaba “que no había rasgos personales o situaciones autobiográficas, pero después, cuando retomé la novela, me di cuenta que en cada personaje hay algo mío; fue de manera inconsciente”.

Vacío generacional

Etél experimenta situaciones de tedio con su novio Bernardo, con quien no se siente segura de mantener una relación porque no está enamorada, pero no sabe cómo enfrentar el hecho de quedarse sola. El sentimiento de vacío invade a la joven en el Centro de la capital del país, entre la Merced y por la parte posterior de la Basílica, cuando camina sin rumbo fijo y sin ánimos de encontrarse con algún conocido.

Por otro lado, su padrastro Rosendo es un pusilánime que nunca satisface a su mujer.

“Creo que estamos inmersos en ese sentimiento de vacío, como que no hay asideros en el mundo contemporáneo. Antes había ideologías políticas en las cuales apoyarte, pero ahora nuestra generación está en una especie de vacío”, asevera Bibiana Camacho.

Sobre el papel de la mamá de Etél, la escritora explica que su intención era mostrar a la típica madre que con su actitud hacia su hija y  su marido cae en lo ridículo por su neurosis.

“Es el reflejo de una familia disfuncional, que en México es un secreto a voces, porque al menos en mi caso y de algunas amistades, su padres están separados y la mamá en ocasiones cae en la ridiculez al ser neurótica y controladora, pero tampoco era mi intención molestar al espectador con este personaje, incluso creo que molesta más  Etél por su  actitud hacia la vida y por la gente que la rodea”, concluye.

PERFIL
La narradora

Nació en la Ciudad de México, en 1974, es editora y ex bailarina de danza contemporánea, disciplina que abandonó tras un largo periodo de actividad “porque es muy difícil sacar adelante proyectos y de eso no podía vivir, entonces me decidí por la literatura y desde hace algunos años comencé a asistir a talleres”. Ha sido colaboradora en diferentes revistas de circulación nacional como La Tempestad, Replicante y Generación.

Ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y este mismo año publicó el libro de cuentos Tu ropa en mi armario.

''Tanto la memoria como el olvido me parecen muy importantes, porque son estrategias de supervivencia''
Bibiana Camacho, escritora.