GUADALAJARA, JALISCO (17/SEP/2016).- El anuncio llegó escueto, sobrio, desde la cuenta oficial Rafael Tovar y de Teresa, titular de la Secretaria de Cultura del país: “Falleció Teodoro González de León, un icono de la arquitectura mundial. Mi pésame a sus deudos y a la comunidad artística”. Tenía 90 años y era un mito, una referencia de la arquitectura de Latinoamérica; fue el hombre que convirtió el concreto en parte esencial de su obra. Ayer, el arquitecto Teodoro González de León, murió.Renovador de la tradición arquitectónica nacional, González de León comenzó su labor en el despacho de Le Corbusier, en 1947, luego de estudiar en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajó junto al arquitecto francés en dos obras que hoy son Patrimonio de la Humanidad: L’Usine Duval de St. Dié, y la Unité d”Habitation, en Marsella, un imponente bloque de viviendas de concreto, que De León replicó en la capital mexicana, por ejemplo, en el Conjunto Urbano 222, más de cien mil metros cuadrados de construcción que incluyen una torre de oficinas, dos torres de departamentos y un centro comercial.La huella de su obra está en las más variadas zonas de la Ciudad de México. El Museo Rufino Tamayo y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM; la casa matriz del Fondo de Cultura Económica; los edificios Arcos de Bosques I y II, el Palacio de Justicia Federal y el del INFONAVIT; El Colegio de México y la Universidad Pedagógica, son algunos de los inmuebles que construyó a lo largo de su carrera. También estuvo a cargo de la construcción del Auditorio Nacional, junto a Abraham Zabludovsky. Y por si no fuera poco, edificó las embajadas de México en Brasil y Alemania.En mayo de este año, a punto de cumplir 90 años, declaraba que trabajaba “todos los días en la arquitectura. Pero no es un trabajo. Es una forma de vida, igual que es una forma de vida leer o pintar. Esto no es un oficio”. Y definía a la arquitectura como el hecho de producir cosas. “No creo que pueda decir más. La arquitectura o la pintura no se pueden definir. La belleza y las emociones sólo las pueden definir los poetas”.Los reconocimientosPor su trabajo fue reconocido como Académico Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos, A. C. (1978) y como Miembro Honorario del American Institute of Architects (1983).En 1984 se le designó Miembro de Número de la Academia de Artes, 10 años después Miembro de la Academia Internacional de Arquitectura, en 2001 Doctor Honoris Causa por la UNAM y cinco años después por la Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú.Recibió premios como el Nacional de Ciencias y Artes en 1982, el Gran Premio Latinoamericano en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires en 1989 y dos veces el Gran Premio de la Academia Internacional de Arquitectura en la V y VII Bienales de Sofía, Bulgaria, en 1989 y 1994.Obtuvo el Gran Premio de la II Bienal Internacional de Arquitectura de Brasil en 1994; el Gran Premio Medalla de Oro en la V Bienal de Arquitectura Mexicana en 1998; Medallas de Oro y Plata en la Bienal Miami Beach en 2002.También una Mención Especial en la VIII Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia en 2002, el Premio “Mario Pani Darqui”, otorgado por la Universidad Anáhuac, en 2004 y la Medalla de Plata de la IX Bienal de Arquitectura Mexicana 2006. Mismo año en el que se le concedió el Premio a la trayectoria profesional en la V Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, Montevideo.El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le otorgó la “Medalla Bellas Artes” y en 2013 la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) le otorgó el Doctorado Honoris Causa y la Universidad del Claustro de Sor Juana le otorgó la Presea “Sor Juana Inés de la Cruz”.La importancia de su obraPara José Gerardo Guízar Bermúdez, doctor en Arquitectura y maestro de la Facultad en la UNAM, la obra de González de León hay que verla como una suma, y no de manera individual, pues “por su morfología, tiene una unidad como pocos arquitectos la tienen. Su gran aportación es que hace una arquitectura de firma distinguible a otros arquitectos. Hace una síntesis de la arquitectura, mesoamericana y virreinal aplicada a sus edificios; de joven viajaba por México, iba a los edificios del siglo XVI, a los conventos y tomó los volúmenes y la monumentalidad. Lo soberbio lo tomó del virreinato y de Mesoamérica, la simplicidad de las líneas. Ésta es una aportación que es mundial”. Y ahonda que acaso el mayor rasgo en el trabajo del arquitecto sea la utilización del “concreto martelinado” como elemento central de sus obras. Lúcido hasta el finalSofía González de León, hija de Teodoro González de León, comentó que su padre trabajó hasta el último instante de su vida. Contó que habló con él ayer por teléfono y lo escuchó lúcido, trabajando.“Hablé con él ayer y no había secretarías en su despacho, contestó su chofer... Le dije quiero saber cómo estás, porque había tenido días con problemas gastrointestinales y dijo: ‘acabo de nadar, estoy a toda ma...’. Se fue en paz, tuvo una vida plena, estuvo lúcido, creativo, hasta el último instante”.EL DATO Homenajes nacionalesEl homenaje que se realizará al arquitecto Teodoro González de León será “especial y nacional, a la altura y legado de la figura que representa”, dijo Rafael Tovar y de Teresa.“Continuarán con los homenajes programados en este año (a propósito de sus 90 años) y culmináramos con un gran homenaje nacional”, indicó el secretario de Cultura.