De acuerdo a la doctora en Ciencias de la UNAM, Pilar Durán Hernández, “El costo cognitivo de la convivencia. Cómo la IA impacta nuestro cerebro”, con esto se refiere a que la actividad cerebral disminuye cuando se emplea la inteligencia artificial (IA), al igual que el pensamiento crítico y, esto se puede agravar entre más excesivo sea su uso.La doctora explicó, que entre los principales riesgos del uso excesivo de la IA están la atrofia por desuso que genera que el cerebro sea hipoactivo, “una mente que le da flojera pensar”. No obstante, aclaró que si se usa de manera responsable puede multiplicar la proactividad de las personas, asimismo, resaltó que es importante tener en cuenta que es una herramienta de asistencia y no de autoría.La experta de la UNAM recordó que durante la década de los ochenta comenzó la era digital, donde el descubrimiento e implantación de internet permitió una comunicación a larga distancia, “más rápida que nunca”. Por tal razón, actualmente las generaciones millennial y Z son nómadas digitales que “no imaginan un mundo sin Alexa, Siri o Gemini”.Subrayó que las aplicaciones de IA están presentes en todos los ámbitos de la vida moderna, como el sector salud, transporte, construcción y finanzas. En el caso particular de la ciencia, destacó que la tecnología ha permitido avanzar en meses lo que antes tardaba años. No obstante, invitó a los usuarios de la IA a revisar de manera crítica los resultados y comprobar que sean verídicos.“Los que no somos nativos digitales tenemos que alfabetizarnos, aprender cómo se utilizan las nuevas tecnologías y cómo sacarles provecho; quienes lo son, deben entrenar al cerebro en el uso ético de esas nuevas herramientas para que continúe conectándose”, consideró.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * AS