Imagina que, por alguna razón desconocida, la Tierra se detiene en seco por cinco segundos y luego continúa girando como si nada hubiera pasado. Aunque suene breve e inofensivo, ese parpadeo del planeta podría desencadenar un auténtico caos a escala global.La Tierra gira a una velocidad impresionante: en el ecuador, el planeta rota a unos 1,670 km/h. Todo lo que está en su superficie (tú, yo, los océanos, la atmósfera, los coches, los edificios) también se mueve a esa velocidad, aunque no lo notemos.Si de pronto la Tierra se detiene por cinco segundos, todo lo que no está sólidamente anclado al núcleo del planeta seguiría moviéndose a esa velocidad por inercia. Es el mismo principio que hace que salgas disparado hacia adelante si frenas de golpe en un coche sin cinturón.Cuando la Tierra reanudara su rotación, los efectos serían igual de catastróficos. Todo lo que se movió durante la pausa chocaría contra un planeta que ahora vuelve a moverse, generando una segunda oleada de destrucción. La atmósfera tendría que reajustarse, y el clima se volvería aún más caótico.Puede que cinco segundos no suenen a mucho, pero si la Tierra dejara de girar por ese breve instante, las consecuencias serían apocalípticas. La estabilidad de nuestro mundo depende más de lo que imaginamos de ese giro constante, silencioso e invisible.BB