Si bien la acupuntura forma parte de la medicina tradicional, la realidad es que se trata de un proceso médico que todavía no es aprobado dentro de la medicina científica, ya que de acuerdo con un grupo de investigadores españoles los estudios sobre esta alternativa terapéutica presentan inconsistencias, lo que ha derivado otro gran problema, ya que son trabajos muchas veces citados, pese a que, en su mayoría se tratan de estudios acupunturales aún sin conclusión.El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) señala que en los últimos años los protocolos, que son el proceso inicial para posteriormente realizar los estudios, en este caso sobre la acupuntura, han incrementado. El aumento ha sido tal que sólo el 4% de los trabajos se concluyeron posteriormente.Por otra parte, la página indica que cuando se citaban los protocolos de este tipo de medicina en diversos artículos, el 38% de las veces no se hacía de forma correcta, por lo que eran interpretados como estudios concluidos.La peligrosidad de tomar en cuenta estos trabajos, explican los autores, es debido a que sólo son el inicio del proyecto, por lo que no hay información que sea médicamente o científicamente verídica.“Tras el análisis de los protocolos publicados sobre acupuntura hemos observado que en muchos casos se citan de forma completamente errónea, a veces con resultados, como si fueran metaanálisis totalmente concluidos. Teniendo en cuenta que estos últimos son estudios top en la generación de evidencia científica, el daño que se hace es enorme, porque se genera la sensación de que existe evidencia de alto nivel a partir de algo sobre lo que no hay nada”, anota José María Morán, profesor de Metodología de la Investigación en la Universidad de Extremadura y primer autor del estudio.Azucena Santillán, enfermera en el Hospital de Burgos (ciudad española) y coordinadora del estudio dijo que lo que sucede en la actualidad con la acupuntura es llamativo, ya que la población se siente cada vez más atraída y convencida de los beneficios de la medicina alternativa.¿Cómo se percataron que los estudios sobre acupuntura no estaban bien fundamentados?Para darse cuenta que los protocolos eran utilizados como una base científica comprobable, el equipo de especialistas españoles buscó todos los protocolos publicados sobre revisiones sistemáticas y meta-análisis, es decir, los dos tipos de estudio más importantes para interpretar los resultados del área de la acupuntura.El primero se publicó en el año 2010, y el ritmo de aparición fue lento hasta 2014, cuando el crecimiento se disparó. Aunque suelen publicarse en bases de datos específicas, también hay revistas que los admiten. La que aglutina la mayoría es “Medicine”, e incluyó uno en 2010, tres en 2014 y más de 80 en 2019. Esos números “exceden claramente la capacidad de publicación de las revisiones asociadas”, explicó Santillán.De acuerdo con SINC, sólo el 4% de los protocolos terminaron el estudio hasta la revisión sistemática o los metaanálisis.Los españoles enviaron un correo a los 124 autores de los protocolos inconclusos, de los cuales sólo uno contesto que el "ensayo" seguía en proceso.¿Qué sucede con las citas textuales y la acupuntura?La calidad de una publicación se mide de acuerdo con el número de veces que fue citada en otros artículos científicos, “las citas sirven como contextualización, discusión o refuerzo de hipótesis o resultados, y un protocolo no debería ser algo que en principio fuera muy referenciable” se explica en el portal.Los protocolos de acupuntura fueron citados por lo menos en una ocasión, de las cuales el 38% de ellos fueron incorrectos, esto desencadenó confusión de la toma de referencia entre un simple protocolo y una revisión ya conclusa.“Aunque los protocolos son huevos aún vacíos suelen incluir una pequeña revisión de estudios anteriores. Los errores en las citas confunden el protocolo con una prueba de evidencia fuerte, como si ese breve comentario se tratara de un nuevo y potente análisis. A partir de ahí, se corre el peligro de que sirvan para hacer recomendaciones a pacientes”, alertó la investigadora Santillán.La doctora añadió que en publicaciones médicas también llega a suceder, ya que el 20% de las referencias en otros artículos tienen fallas, sin embargo, en la acupuntura es “la primera vez que se analiza el uso indebido de protocolos”.Los autores destacan un ejemplo en el cual se citó un protocolo como un trabajo ya comprobado, cuyos resultados fueron favorables para la acupuntura en la artrosis de rodilla, un padecimiento asociado con el desgaste del cartílago de la rodilla.“En su inmensa mayoría, los protocolos se utilizan para reafirmar o justificar ideas favorables al uso de la acupuntura en diferentes ámbitos de la salud. De hecho, el 86 % de las citas de protocolos se dan en China, donde existe un claro sesgo positivo respecto al valor de estas terapias: más del 99% de los trabajos que allí se publican muestran beneficios”.SINC señala que hasta la fecha, las guías clínicas del Reino Unido (NICE) que son prestigiosas por sus recomendaciones sobre salud reconocen que estas prácticas sólo son beneficiosas para tres casos específicos: las migrañas, el dolor crónico y la cefalea tensional o dolor de cabeza asociado al estrés y en ninguno de estos casos está comprobado que la acupuntura actúe a través de los canales de energía como la medicina china tradicional defiende.“Las revisiones Cochrane sobre acupuntura no han mostrado un efecto claro más allá del placebo para la inmensa mayoría de desenlaces en los que se ha estudiado”, puntualizó la autora.
