Recientemente, diputados y senadores aprobaron una nueva reforma a la Ley General de Población, la cual transformará el sistema de identidad mexicana, pues contempla que la Clave Única de Registro de Población (CURP) integre datos biométricos a su información, tales como huellas dactilares, escaneo del iris y fotografía.Se estima que este nuevo formato comience a implementarse por etapas a partir de este año y se convierta en el principal documento de identidad nacional. Sin embargo, la llegada de este nuevo formato ha generado dudas entre la población sobre cómo tramitarla y cuándo será obligatoria, pero también sobre el nivel de ciberseguridad.En entrevista con Tech Bit, el maestro Rafael Pazarán Reyes, especialista en seguridad cibernética de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, resume el panorama como un "intercambio de seguridad por privacidad... por una vigilancia más intrusiva."Históricamente, lo hemos visto en sexenios pasados, pero no lo tomamos en cuenta porque hoy es más difícil: la tecnología nos ha hecho más dependientes de sí misma, más amantes de lo relativamente fácil", señala.El catedrático apunta que la CURP biométrica y los recientes cambios a la ley pretenden brindarnos más ciberseguridad; sin embargo, considera innecesario y riesgoso el uso de tantos datos para poder realizar un trámite.A diferencia de una contraseña, que puedes modificar en caso de ser hackeado, el riesgo de la CURP biométrica "es que tu huella digital no la vas a cambiar, aunque te hagas una cirugía estética en el dedo o el ojo."¿Estamos listos para avanzar en esta evolución digital? No… si el gobierno fue hackeado, imagínate organizaciones como el SAT", enfatiza el también consultor en transformación digital.Ante la aprobación de la CURP biométrica y de reformas a leyes como la de Telecomunicaciones, Pazarán Reyes sostiene que "lo único que queda es entender cómo podemos mitigar sus riesgos. El ciudadano siempre tiene la última palabra y eso es a través de un antivirus."El antivirus nos va a permitir, sobre todo en los teléfonos, evitar el rastreo. La ciudadanía debe ser consciente de que hay un riesgo a su ciberseguridad, su privacidad, e incluso a su seguridad física", advierte pensando en que los datos de trazabilidad de las personas llegaran a "las manos equivocadas".Otro punto importante es armarnos de paciencia para leer los términos y condiciones de las apps que instalemos. "Tendremos que desarrollar una mentalidad diferente. ¿Cómo sería eso? Al limitar las aplicaciones y sus permisos", añade.En ese sentido, la digitalización de nuestras habilidades y la identificación de poblaciones vulnerables en materia de ciberseguridad serán fundamentales ante esta oleada de reformas.Aunque el uso de CURP biométrica será generalizado, existen algunos grupos cuya ciberseguridad puede estar comprometida a un mayor nivel, comenzando por los menores."En esta digitalización masiva, hoy los niños ya tienen incluso un teléfono. Otro sector vulnerable son las personas de la tercera edad, no porque no puedan, pero no tienen la destreza para entrar a las apps, restringirlas, poner un antivirus o distinguir cuándo un correo o un mensaje es auténtico."Asimismo, quienes viven en zonas de muy alta pobreza, que no tienen mucho contacto con internet. Cuando empiece a llegar esta masificación satelital, a esta gente la vamos a agarrar en ceros", indica el especialista de La Salle, quien asegura que es momento de responder, no de reaccionar, a fin de trabajar en nuestra propia privacidad.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB