Junio está a punto de terminar, pero las lluvias están lejos de distanciarse de los suelos mexicanos. Tan solo el 19 de junio, el huracán “Erick” tocaba tierra en Puerto Escondido, Oaxaca; hoy, se prevé que la tormenta tropical “Flossie” transicione a huracán de categoría 1 durante la madrugada de este martes a 215 km al sur-suroeste de Manzanillo, en el estado de Colima y colindando con Jalisco. Además, no podemos ignorar que las lluvias son torrenciales —muy en parte por los fenómenos vinculados al cambio climático—; las ciudades están mal diseñadas; las alcantarillas no se dan abasto frente a la basura que las ahoga; y este tejido —arquitectónico y social— obviamente, termina colapsando. Bajo este panorama, se ha sabido qué innumerables colonos han perdido sus bienes materiales, por lo tanto, ¿hay maneras de recuperar los muebles dañados? ¿De no arrojar a la basura cosas con valor sentimental (o no) pero que de una forma u otra han costado?De acuerdo con la restauradora madrileña, Chus Cano, y para entrevista con Architectural Digest (AD) lo más importante es sacar los muebles para permitir que se sequen adecuadamente. Lo ideal sería colocarlos en una zona seca y ventilada, si las condiciones lo permiten. Además, si los muebles tienen cajones, estantes o puertas, lo mejor es desmontarlos por separado para facilitar el secado y evitar la aparición de moho que pueda dañar la madera. Otra opción es utilizar aire caliente para acelerar el secado. Después, se debe eliminar cualquier resto de humedad. Un truco útil consiste en cubrir la madera con trapos calientes, que ayudan a absorber el agua. “Una vez que esté completamente seco, es probable que tengamos que lijar las puertas y los cajones, ya que la madera se habrá hinchado y podría no encajar bien”, añade Cano.Si tras el secado la madera aún conserva olor a humedad, se puede preparar una mezcla de seis cucharadas de bicarbonato de sodio con aproximadamente un litro de agua, ajustando la cantidad según la consistencia deseada. La mezcla se aplicará con un cepillo sobre la superficie, se dejará actuar al menos 30 minutos y luego se retirará con un trapo húmedo, explica Cano.Cuando la madera este seca, se deberán barnizar las piezas sueltas y lijar toda la superficie en profundidad. “También es recomendable aplicar un tratamiento antimoho y antihongos para prevenir futuras afecciones”, aconseja la restauradora.Los muebles de tipo aglomerado, muy típicos en las cocinas, no son sencillos de reparar, pero tampoco imposibles. “El aglomerado, y también el DM, absorben mucha agua, se hinchan y se deforman”, explica Cano.En el caso de que estos muebles estén bien recubiertos de melamina, los daños serán mínimos. Sin embargo, la parte de abajo y las caras ocultas no suele poseer este acabado, con lo que la única manera de tratar de salvar la pieza será inyectar pegamento y poner la parte afectada entre maderas y apretadas con gatos.Para Cano, la clave está en tratar de mantener la forma del mueble haciendo uso de presión. *Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO
