En diciembre de 2022, un accidente en el cruce de Vallarta y Chapultepec en Guadalajara dejó a dos mujeres heridas cuando un conductor perdió el control de su vehículo y las golpeó mientras esperaban el cambio del semáforo. A pesar de los bolardos en el lugar, ambas resultaron gravemente heridas. Desde entonces, al menos nueve postes están derrumbados, dañados o carcomidos por las inclemencias del tiempo.Especialistas critican que las autoridades municipales instalan estos tubos de forma discrecional y en zonas donde no hacen falta, mientras que en lugares donde sí protegen al peatón, se olvidan de darles mantenimiento.Según el Mapa de Siniestralidad del Instituto de Información Estadística y Geográfica, en el cruce de Vallarta y Chapultepec se han registrado nueve siniestros viales desde 2015, con una persona fallecida y 11 heridas. Ese problema se replica en la ciudad.Harold Dutton Treviño, académico de la Universidad de Guadalajara, señaló que el Ayuntamiento es responsable del mantenimiento de estos postes, aunque a menudo son colocados por particulares en las obras públicas. “Los constructores colocan más bolardos para justificar el gasto de la obra”. Se buscó una entrevista con Guadalajara, pero no respondió. Se le cuestionó: ¿Cuántos bolardos han instalado en esta administración? ¿Y por qué no sustituyen los bolardos vencidos o en malas condiciones?Desde hace cinco años se propuso un reglamento metropolitano para regular la colocación y mantenimiento de bolardos, pero quedó en el olvido. La Ley de Movilidad y Seguridad Vial de Jalisco establece la obligación de regular su instalación y mantenimiento; sin embargo, las autoridades municipales y estatales no han cumplido.Patricia Martínez, titular del Instituto Metropolitano de Planeación, explicó que la reactivación de ese reglamento depende de la agenda de los Ayuntamientos. “A mí no me han solicitado reactivar la norma técnica, queda en manos de los municipios si deciden que se retome”. CT