Viernes, 29 de Marzo 2024

Pensión del Bienestar: Mary fue empleada doméstica, usará apoyo para medicinas de espalda

Varios de los beneficiarios en Tlaquepaque planean usar el dinero para tratarse problemas de salud

Por: Yunuen Mora

Comprar medicinas y realizarse exámenes diversos son algunos de los gastos que realizarán los adultos mayores. EL INFORMADOR/G. Gallo

Comprar medicinas y realizarse exámenes diversos son algunos de los gastos que realizarán los adultos mayores. EL INFORMADOR/G. Gallo

María Elena, o Mary como le dicen, trabajó 44 años como empleada doméstica ganando el salario mínimo. Ella tiene 65 años y, resultado de trabajar la mayor parte de su vida, es el dolor de espalda que necesita medicinas que le cuestan hasta mil pesos a la semana y que ahora, con la pensión de adultos mayores de Bienestar, las comprará.

“Me pagaban 100 pesos diarios. Con eso tenía que pagar comida, agua, luz y medicinas y no me sale. Con este apoyo puedo salir adelante”

“Me pagaban 100 pesos diarios, además de que por mi espalda ya no puedo trabajar y también siempre estoy enferma de los bronquios. Con eso tenía que pagar comida, agua, luz y medicinas y no me sale. Con este apoyo puedo salir adelante porque ya estoy muy cansada”, compartió.

Además, señaló que, aunque vive con un hijo y la familia de éste, apenas les alcanza el dinero, por lo que la pensión de tres mil 100 pesos bimestrales le será de mucha ayuda.

“Con esto puedo descansar un poco porque desde que quedé viuda trabajo”, expresó.

Pero Mary no es la única que usará el dinero de la pensión para su salud, María Isabel Domínguez, de 67 años y habitante de la colonia Buenos Aires en Tlaquepaque, último municipio en recibir el apoyo, es otra.

“Yo estoy enferma, no se me quita la tos, y necesito este dinero para hacerme estudios. Además tengo enfermedades en los huesos. Aunque tengo seguro, la medicina no me ha funcionado, así que tuve que ir con un especialista que me cobró dos mil pesos la consulta y tengo que estar yendo. Este dinero es para curarme”, destacó.

María Isabel afirmó que por ahora se mantienen con la pensión de trabajo de su esposo, sin embargo, por sus enfermedades, ya no ajusta: “Con esto nos vamos a alivianar”.

Mientras que José Luis Camacho, de 67 años, la usará para comprar medicamentos para la hipertensión y diabetes, así como para graduar sus lentes y hacerse un examen optométrico, pero también para los gastos del hogar.

“El salario y la pensión de mi trabajo no alcanzan y esta es una ayuda muy buena para poder conseguir lo que uno necesita. Yo necesito nuevos lentes y con esto lo podré pagar”, dijo.

Pero también reclamó que a su esposa, quien se inscribió desde febrero, no le han llamado para entregarle su pensión. En el lugar le aseguraron que la llamarían pronto.

JM

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