Rusia y Ucrania se enfrascaron en una peligrosa escalada naval en el mar de Azov, donde la guardia costera rusa detuvo tres buques de la Armada ucraniana, hiriendo a varios de sus tripulantes y cerró unilateralmente el estrecho de Kerch, la única salida al mar Negro.La Armada ucraniana señaló que las lanchas del servicio de guardacostas ruso abrieron fuego contra la flotilla ucraniana que se dirigía, desde el puerto de Odessa en el mar Negro, hasta el de Mariúpol en el Azov.El ataque habría sido realizado guardacostas del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) en aguas neutrales después de abandonar la zona de 12 kilómetros de aguas territoriales rusas. El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, convocó al Estado Mayor del Ejército y ordenó a su representante ante la ONU que denuncie la agresión rusa ante el Consejo de Seguridad.Por su parte, la dirección de fronteras del FSB de Crimea, indicó que “tres buques de la Armada ucraniana se adentraron ilegalmente en aguas territoriales de la Federación Rusa”. En todo caso, los barcos ucranianos siguieron su curso pese a no tener permiso para cruzar el estrecho, donde rige un reglamento de concesión de permisos de tránsito y un horario establecido por las autoridades portuarias rusas, que Kiev considera discriminatorio.“Su objetivo es evidente: crear una situación de conflicto en la región. Al adoptar unas decisiones tan peligrosas e irresponsables, los dirigentes ucranianos deberían pensar en las consecuencias de sus actos”, afirmó el FSB.Por ese motivo, la empresa portuaria que gestiona el tránsito en la zona cerró provisionalmente por motivos de seguridad el estrecho para los barcos civiles bloqueando el acceso al puente de Crimea con ayuda de un gran buque mercante.
