El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, minimizó el impacto de la investigación abierta por EE.UU. sobre supuestas “prácticas discriminatorias” y afirmó que “lo urgente ahora es revolver la cuestión arancelaria con ese país”.Alckmin, quien también ejerce como ministro de Industria y Comercio, declaró en una rueda de prensa que investigaciones como la que ha anunciado la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos fueron hechas “otras veces” y nunca llegaron a nada.El ministro insistió en que el Gobierno ahora pretende negociar la amenaza de aranceles del 50 % a los productos brasileños que ha hecho el presidente de Estados Unidos.Trump aseguró que los aranceles a los productos brasileños serán impuestos a partir del próximo 1 de agosto por un supuesto desequilibrio en la relación comercial con Brasil, que en realidad es favorable a Estados Unidos desde hace quince años.Alckmin subrayó que “las empresas tanto estadounidenses como brasileñas tienen un papel importante” en eventuales negociaciones y destacó que muchas compañías estadounidenses establecidas en el país también exportan hacia el país norteamericano. Aunado a esto, el presidente del Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé), señaló que a pesar de la “incertidumbre” generada por el anuncio de imponer los aranceles y aunque el contexto es incierto, “se está analizando la situación”, pero “en ningún momento se ha pensado en detener los embarques” y por ahora no frenará las exportaciones de café a Estados Unidos.El volumen de café brasileño exportado en la cosecha terminada en junio (2024/2025) se redujo un 3,9 % en relación con la producción del año anterior, pero los ingresos por las ventas del grano en el período fueron récord, informó este miércoles la patronal del sector.En total fueron embarcados 45,5 millones de sacos (60 kilos) lo que significó una facturación de 14.728 millones de dólares. CT