Las redes sostienen. Lo mismo pasa en el día a día, con las personas que nos acompañan y ayudan en la cotidianeidad o en momentos de dificultad. Las redes de apoyo —familiares, comunitarias e institucionales— son ese tejido invisible, intangible, que permite a millones de personas enfrentar la enfermedad, situaciones de pobreza, desempleo, vejez y hasta incertidumbre.“Soy yo sola. No tengo redes ni ayuda de nadie, pero siempre me las he arreglado”, dijo hace unas semanas Carla, pasando por alto que la vecina estaba yendo por su hija a la escuela desde hace tres meses, que en el trabajo modificaron su horario de entrada y en la escuela de su hijo le permitieron que pasara a dejarlo antes.Esas son las redes de apoyo: familiares, amistades, vecinos o instituciones públicas y organizaciones sociales en quienes te apoyas para hacer frente a diversas situaciones. En México, la familia extendida es considerada como la red primaria de apoyo, mientras que amigos y comunidades complementan esta función.“Las redes conformadas por los lazos de parentesco, de vecindad y amistad, han sido vistas como la fuente principal de apoyo en caso de crisis o necesidad y se ha reconocido que son diferentes para mujeres y hombres, y que difieren de acuerdo con el estrato socioeconómico”, señala el documento “Cómo funcionan las redes de apoyo familiar y social en México”, del desaparecido Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).De acuerdo con dicha investigación, el apoyo social que brindan estas redes puede evitar problemas de salud mental, como estrés y depresión. Para los adultos mayores, por ejemplo, contar con una red de apoyo se asocia directamente con tener mejor calidad de vida, porque reciben ayuda para sus actividades cotidianas.Las redes de apoyo social están compuestas por vínculos. ¿Quiénes son las primeras personas que te vienen a la mente ante alguna crisis? Son precisamente con quienes has ido generando algún tipo de relación, y estas redes se basan en la confianza y reciprocidad. Son esas personas que sabes que van a estar cuando las necesites: desde la amiga que recoge a tu hijo de la escuela, quien te comparte de su comida cuando en casa no tienes, o te acompaña al médico o se queda contigo en el hospital… Las redes de apoyo son un recurso vital que salva situaciones cotidianas y extremas, y construye resiliencia comunitaria.En cualquier ámbito, todos siempre necesitamos ayuda. Porque así funcionamos y así es como sobrevivimos los seres humanos, cooperando unos con otros y generando redes de apoyo; en eso consiste vivir en comunidad.