¿Qué puede hacer un legislador durante una sesión virtual de la Cámara de Diputados? Puede aventarse un “setsito” de pádel, acurrucarse en la cama mientras vota, ir conduciendo en plena sesión o simplemente atender mil cosas excepto la sesión remota.El diputado morenista Cuauhtémoc Blanco se conectó ayer a una sesión virtual de la Comisión de Hacienda de la Cámara. Activó su micro, pidió que le pusieran asistencia y se desconectó mientras al fondo se escuchaban los pelotazos de su juego de pádel.Esta escena se repite cada semana con los diputados “barco” como el ex gobernador de Morelos. Sólo que ahora se viralizó.En julio publiqué cuatro columnas en donde denuncié el uso abusivo que hacen las y los legisladores del Sistema Aplicación Portátil para el Registro de Asistencia y Votación (APRAV).Es una app móvil adoptada en pandemia para votar vía remota en sesiones virtuales de comisiones y en el pleno.Esta solución durante la crisis sanitaria se convirtió en abuso y disfraz para la holgazanería. También en una medida opaca.Los reportes de asistencias de las y los legisladores en la Cámara no distinguen cuando votan de forma presencial o remota.El legislador ni siquiera debe seguir la transmisión vía Zoom o en el Canal del Congreso porque la aplicación le avisa cuando hay que votar. El reglamento de la Cámara es laxo. No fija un límite de sesiones remotas o presenciales.Bajo el pretexto del ahorro en aviones, viáticos y papelería, la Cámara en realidad se ha convertido en un “Great Place to Work” para haraganes.Por ejemplo, Blanco no ha presentado una sola iniciativa en lo individual, sólo una como adherente para expedir la Ley General de Erradicación del Asbesto. Y tiene solo una intervención en el pleno para... defenderse del desafuero.No es el único. En esa misma bolsa hay muchos morenistas, priistas, panistas, emecistas, verde ecologistas y petistas.Cada uno de los 500 diputados federales cobra un sueldo mensual bruto de 147 mil pesos. Tienen derecho mensualmente a otros 46 mil pesos por Gastos de Asistencia Legislativa y 29 mil pesos de Apoyo de Atención Ciudadana.Urge modificar el reglamento de la Cámara para regular el “home office” que muchos legisladores aprovechan para todo, menos para trabajar.¿Otro “setsito”?