El domingo pasado, ya para concluir el Consejo Nacional de Morena, donde se acordaron las reglas del proceso de selección y quedaron definidos los cuatro precandidatos a la nominación presidencial, el presidente del partido, Mario Delgado, irónicamente dijo que ese dia era histórico e inédito y pidió que “deberíamos de guardar un minuto de silencio por el ‘dedazo’, que hoy queda enterrada para siempre”. ¡Cómo no!Los cuatro -Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Agusto López y Ricardo Monreal- aspirantes escogidos -con mucha ilusión y esperanza- se quedaron sin chamba, sin plataforma dónde exhibirse gratuitamente, sin presupuesto a costa del erario público y ‘rascándose por sus propias uñas’. Se supone que a partir de sus renuncias deben ser autosuficientes para promoverse, pero además están limitados en los temas a tratar públicamente y por obvias razones no pueden ir en contra de lo ya establecido por la actual administración -por el contrario, deben ponderar lo logrado- porque ‘alejarían’ sus posibilidades de verse favorecidos por la ‘decisión del pueblo’ en la encuesta de donde saldrá el elegido.Y ahí surge la primera interrogante, ¿cómo el ciudadano de calle -el que sale a votar- va a conocer las propuestas reales de esos aspirantes si los debates entre ellos quedaron prohibidos y la exposición de propuestas estará limitada a los mítines callejeros populares y a sus exposiciones en los medios de comunicación, previo escrutinio de Palacio?La verdad es que lo del domingo fue una ‘faramalla’ bien montada. Porque aunque se nos hable de una encuesta popular por parte del partido y de otras cuatro de respaldo -por cada uno de los aspirantes- serán las que determinen quién estará en la boleta electoral el 2 de junio del 2024, eso no es cierto. La ‘baraja’ ha sido bien manejada desde Palacio. El presidente ha insistido que “terminando me voy para mi rancho”, pero por la manera en que ha acomodado a ‘sus fichas’, ofreciendo en la propuesta de partido que los cuatro aspirantes tendrán ‘hueso’ asegurado en la siguiente administración, en el gabinete o en el Poder Legislativo, eso nos habla que ya alejado de sus funciones desde ‘La Chingada’ -su rancho- con sus ‘alfiles’ colocados, seguirá operando para asegurarse que su movimiento de transformación se mantenga vigente.Por la serie de acontecimientos que se han sucedido desde que se conocieron los nombres de los ‘finalistas’, la percepción mayoritaria es que Claudia es ‘la ganona’, ya que ‘el dedo’ se ha ido inclinando a su favor con varias manifestaciones de simpatía del mandatario. Pero no se puede descartar al Canciller Ebrard, que en algunas encuestas no está tan separado en la preferencia de los votantes, mientras que las posibilidades de Don Adán y de Monreal -quien se ha autonombrado como ‘el caballo negro’ de la competencia- se ven mas alejadas. Pero en los 70 días restantes, antes de la encuesta final, muchas sorpresas puede haber, como ha sido la constante en este sexenio. Es ‘imaginariamente’ un sistema nuevo de elección del candidato, pero en el fondo ‘es la misma burra, pero revolcada’. Por lo pronto ya están designados los cuatro ‘deditos’, solo falta el ‘dedazo’ desde Palacio para concluir con la faramalla. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net