Todo depende de lo que consideremos como rico y feliz, pero en general existe la idea de que los ricos son más felices que los pobres. De hecho, muchos aspiran a la riqueza creyendo que al obtenerla, de seguro tendrán más felicidad. Si la felicidad está en poseer más bienes materiales, tener una sobrada solvencia económica, poder comprar lo que sea y viajar a donde quieras, entonces parece que sí ayuda mucho tener dinero. Y la carencia trae consigo infelicidad. De aquí que digamos “pobre infeliz”.Pero si la felicidad es un estado de ánimo, una capacidad de gozo, en la que disfrutar de la vida, vivir en paz y armonía, estar alegre y vivir contento con lo que se tiene, entonces el dinero en abundancia no parece ayudar mucho, ni tampoco es una mercancía que se pueda adquirir.Aquí tres preguntas a responder, si eres un rico feliz:La integración de ambas es lo ideal.No parece ni fácil ni determinante que el ser rico sea un sinónimo de felicidad. Más bien parece que la felicidad no es un atributo de la materia, sino del espíritu. Corresponde más a un estado mental y a un estilo de vida.