¿Usted ha vivido la experiencia de tener problemas con el pago de algún crédito porque los intereses se los están comiendo? Si usted ha vivido en algún momento de la vida una experiencia de este tipo, entonces entenderá perfectamente lo que le está pasando al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.El gobierno del presidente López Obrador se caracterizó por comunicar una serie de mentiras que muchos mexicanos creen hasta ahora. Una de esas mentiras era de que se podía ampliar el gasto público del gobierno inventando programas y apoyos, sin tener que recortar otros gastos o incrementar los ingresos.En realidad, muy pronto fue evidente que el gobierno de AMLO para sacar dinero para sus ocurrencias había metido mano a muchos ahorros y bolsas de dinero que el Estado mexicano había guardado para enfrentar contingencias, como el Fondo para Desastres Naturales (FONDEN) o la bolsa de dinero que tenía el Seguro Popular. Entre otros.Cuando esos ahorros se agotaron, AMLO para no dejar sus programas sin financiamiento optó por recortar el presupuesto a todos los programas, secretarias y dependencias del gobierno. Y finalmente cuando eso no fue suficiente, recurrió a incrementar la deuda.Y así, sin caérsele la cara de vergüenza, a pesar de que repetía en cadena nacional que “no subiría la deuda”, fue incrementando de manera acelerada la deuda pública. Así mantenía su gasto en sus programas electoreros, sin tener que subir impuestos. De esa forma pasamos de una deuda pública total de unos 11 billones de pesos, a los 17 billones de pesos que recibió Claudia Sheinbaum en octubre del 2024.Esta pesada deuda, la más alta en la historia de nuestro país, como cualquier otra deuda, genera intereses mes con mes. Y conforme siga subiendo la deuda o la tasa de interés se eleve, el pago que tendrá que hacer le gobierno será cada vez mayor.El pago de intereses de la deuda se come cada vez una mayor parte del total de la recaudación fiscal. Lo que deja con menos dinero disponible para atender las mil y una necesidades de gasto del país.¿Cómo pretende México ser una economía competitiva si después de pagar intereses y pensiones apenas nos queda dinero para mantenimiento, infraestructura o seguridad?Este 2025 se espera que paguemos de puros intereses unos 1.39 billones de pesos. Si los ingresos presupuestales totales andan por los 8 billones de pesos, significa que estaremos gastando el 16 por ciento de todos los ingresos del gobierno en el pago de intereses de la deuda.Al mismo tiempo que el gasto público total se espera que ronde los 9.3 billones. Lo que significa que, a pesar de gastar tanto dinero en intereses, no espere que la deuda vaya a bajar. Al contrario, precisamente se estima que este 2025 seguirá Sheinbaum contratando 1.3 billones de más deuda.Hoy, prácticamente gastamos como país más en costo de intereses que en lo que se les transfiere a todos los gobiernos de los estados y municipios del país: 1.39 para interés contra 1.3 para estados y municipios.El programa estrella de AMLO de las pensiones a adultos mayores, el más caro de todos los programas sociales de este gobierno, prácticamente apenas si representa una tercera parte de todo lo que pagamos por intereses: 483 mil millones contra 1.39 billones. El gasto en conservación y reconstrucción de carreteras en todo el país cabe 139 veces en lo que gastamos en el pago de intereses por la deuda pública.La deuda no va bajando, al contrario, va subiendo. Y el pago de intereses por esa deuda creciente, no dejará de subir y de quitarnos cada vez más dinero, para atender las urgentes necesidades básicas de los mexicanos.La irresponsabilidad en el gasto del sexenio pasado, la terminaremos pagando, de una forma o de otra. Justo como cuando los intereses en su tarjeta de crédito se convirtieron en una bola de nieve que lo obligó a hacer cambios profundos en sus finanzas. Para allá va que vuela el gobierno de Sheinbaum.
